Si alguien piensa que Canal Sur tan solo es folclore y Juan y Medio, está equivocado. En la televisión autonómica andaluza la cultura tiene un hueco importante, siendo “La respuesta está en la Historia” un programa de divulgación cultural que ha concentrado en su primera temporada a las familias andaluzas en torno a la televisión los lunes por la noche en “prime time”.
En formato de documental de ficción de 40 minutos, la serie se planteaba preguntas sobre los usos y costumbres actuales de los andaluces para sumergirse en la historia con el fin de encontrar los orígenes de los mismos y explicarlos. A partir de los usos y costumbres desarrollan la historia de Andalucía, contextualizando dichos aspectos dentro de las culturas y periodos históricos que han tenido lugar en el territorio andaluz desde la Antigüedad al siglo XX. Los aspectos estudiados representaban lo cotidiano, lo popular, por lo que el público podía identificar aspectos que han marcado sus costumbres y su vida, no siendo un simple espectador, sino participando como testimonio oral a la hora de responder las preguntas desde el salón de su casa. En líneas generales, la sociedad andaluza era invitada a participar del estudio de la cultura andaluza, siendo reflejado en el hilo argumental de la serie:
Dos jóvenes universitarios planteaban preguntas durante la realización de un trabajo sobre las costumbres andaluzas, usando la historia de su tierra como fuente principal del mismo y recorriendo pueblos de la geografía andaluza. Las familias, amigos y vecinos prestaban apoyo a los jóvenes, por lo que de forma general se veía representada toda la sociedad andaluza. Así pues, el hilo argumental resultaba fresco, dinámico, sencillo, entretenido y para todos los públicos.
“La respuesta está en la Historia” ha dado en la tecla de cómo realizar un documental de historia fuera del ámbito académico para alcanzar a un público lo más amplio posible, incluso captando la atención de espectadores nada proclives a ver un programa o canal cultural.
Aunque la serie ha contado con el asesoramiento de catedráticos de Historia, como José Manuel Cuenca Toribio y Fernando Wulff, el equipo de dirección y los guionistas han sido los encargados de investigar y recopilar toda la información como “ratitas de biblioteca” para dar forma al discurso histórico desarrollado en 30 capítulos. Y el éxito ha sido tal, que incluso han editado un libro sobre la historia de Andalucía desde el prisma del origen de sus costumbres.
El programa podría tomarse como una lección para futuros profesores de historia que quieran hacer atractivo y cercano para los alumnos el estudio de la Historia a partir de anécdotas y curiosidades, como forma de introducción a los temas o para romper la monotonía durante una estricta explicación académica, y así mantener en continuo interés al oyente y realizar una exposición amena. El historiador no es solo erudición, también implica ser docente, por lo que deberá ser buen comunicador y estar al tanto de las herramientas que la tecnología y los medios de comunicación nos ofrecen.
Sin más, invitaros a ver la próxima temporada, que estará al caer, no sin antes haber visto la primera temporada.