Según Manuel Fernández Álvarez, el gran especialista en Carlos V, esta polémica arranca en 1933, cuando el historiador alemán Karl Brandi publicaba su estudio en torno al influjo del canciller Gattinara sobre el Emperador. Su tesis era que la ideal imperial de Carlos V era una creación del canciller piamontés, humanista que estaba imbuido del pensamiento político de una Monarquía universal al modo como la había soñado Dante.
Frente a esta tesis, Menéndez Pidal sostiene, en Ideal imperial de Carlos V, que este concepto era una noción viejísima que ya estaba en el ambiente del principios del siglo XVI. Las figuras que habría que destacar serían las de Mota, Valdés y Guevara.
Para él, la pauta del idearium político de Carlos V se sintetiza en cuatro documentos, que se corresponden con otras tantas expresiones públicas imperiales: el discurso de la Corona pronunciado por el obispo Mota ante las Cortes de la Coruña en 1520; la solemne declaración de fe religiosa hecha por el Emperador en la Dieta de Worms de 1521; la reacción de la chancillería imperial frente al saco de Roma en 1527, donde aparece la figura de Alfonso de Valdés; y el discurso de 1528.
Como se ve, esta polémica se centra en precisar a qué personaje de la Corte cabe achacar la influencia máxima sobre Carlos V, hasta el punto de atribuirle la creación del programa de la política imperial. Sin embargo, para Fernández Álvarez, plantear así la cuestión implica el olvido del sujeto principal, del Emperador, al que se considera de esta forma como un hombre de paja. Nada más lejos de la realidad, pues Carlos V era un hombre de carácter enérgico, voluntad muy firme y un criterio propio muy desarrollado, que pronto destacará sobre estos brillantes colaboradores.
A continuación os pongo un enlace a una entrevista que Fernández Álvarez mantuvo por chat en enero de 2001. ¡Os recomiendo que lo visitéis!
http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=5522&portal=0