El vestido de los españoles durante el reinado de Carlos V fue el resultado de dos corrientes distintas: nacionalismo por una parte, afluencia continua de modas extranjeras por otra.
La conciencia de que existía una moda nacional era ya clara entre los españoles al comenzar el siglo XVI. Cuando Carlos de Austria hizo su primera entrada en la península, el año 1517, para los españoles era un extranjero. Lo era por su educación y por su lengua, pero lo era también por su traje.
Es un hecho que en el siglo XVI existieron marcadas diferencias nacionales en el modo de vestir; pero si consideramos en conjunto la moda europea de aquel siglo, notaremos que mayores que las diferencias fueron las semejanzas. En líneas generales la moda siguió en toda Europa un mismo camino y sirvió a unos mismos gustos e ideales. Algunas novedades aparecían con sorprendente simultaneidad en varios países; de otras, por el contrario, es posible seguir su difusión en etapas sucesivas, desde la nación de origen al resto de Europa.