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Pedro Juan de Lastanosa, el olvidado


De los ingenieros de corte de Felipe II, la historiografía se ha olvidado de uno en particular, a pesar de su contribución más que notable al reino, Pedro Juan de Lastanosa, puede que haya sido olvidado debido a las dificultades que entraña realizar una biografía suya.

La familia Lastanosa era originaria de Aragón, más concretamente de Huesca, era una familia de ilustre linaje que habían servido a Carlos V y a Don Fernando de Austria. Ya el hermano de nuestro ingeniero sirvió a la orden de Felipe II.

Escudo de la familia Lastanosa

Pedro Juan de Lastanosa nació cerca de Monzón, Huesca, a principios del s. XVI y murió el 29 de junio de 1576.

Por lo que sabemos estudió en las universidades de Huesca, Alcalá, Salamanca, París y Lovaina, siendo Doctor en Teología, buenas letras y matemáticas, observamos que se trataba de un hombre de gran cultura y amplia formación. Se sabe además  que residió una época en Bruselas, donde tradujo un libro de geometría del latín al castellano. Esta labor la realizó junto al cosmógrafo de Carlos V, Giraba.

También sabemos que Lastanosa se encontraba en 1559 en Nápoles, al servicio del virrey. Donde se empapó de la cultura italiana y aprendió mucho sobre la ingeniería hidráulica, llegando a publicar un manuscrito, Discurso sobre las aguas de Selenio, este manuscrito trata sobre el problema de abastecimiento de Nápoles.

Ya en 1563 fue nombrado criador ordinario del rey Felipe II, se conserva la cédula de su nombramiento y dice:

“Habiendo tenido relación de las letras, suficiencia, habilidad y experiencia que vos Pedro Juan de Lastanosa tenéis en cosas de fábricas, fortificaciones, maquinas (…) nuestra merced y voluntad es de os recibir, como por la presente os recibimos, por nuestro criado ordinario…”

Al principio se le pagaba 300 ducados extraídos de las obras del Alcázar de Madrid. En esta misma época estaban incluidos en la nómina del Alcázar de Madrid, entre otros, Juan Bautista de Toledo, Juan de Valencia y Juan de Herrera, Juanelo Turriano figuraba como hemos dicho en la anterior entrada como relojero.

Con acuerdo a la documentación podemos decir que la labor de Lastanosa de 1563 a 1566 fue la de inspeccionar las fronteras en asuntos concernientes a su experiencia en obras hidráulicas y maquinaria. En esta época inspeccionó las obras del Canal Imperial de Aragón, parada la obra primero por problemas técnicos y luego por económicos.

La labor de Lastanosa cambia en 1566 cuando junto con Pedro de Esquivel, realizan la Descripción y Corografía de España ordenada por Felipe II. Durante mucho tiempo este merito de cuadrar la geografía española con el método geodésico se le había dado a Esquivel pero recientes investigaciones han demostrado que Lastanosa conocía el método, ya que lo había estudiado en su época en Bruselas, y por lo tanto participó en la labor, que por cierto quedó incompleta.

Pero Lastanosa también realizó diversos trabajos más como queda constancia en las diferentes cédulas, como la del Archivo de la Corona de Aragón, en la que se estipula que recibió 200 ducados por parte del procurador real del reino de Mallorca, lo que muestra que Lastanosa gozaba de buena fama en la corte.

Otro aspecto más desconocido de Lastanosa es el de la aprobación de libros por petición del rey, es el caso del Vocabulario de las dos lenguas toscana y castellana de Cristóbal  de las Casas, o también las obras sobre Aritmética y Geometría para uso práctico de Juan Pérez Moya.

Por lo que respecta a la polémica sobre el autor de Los veintiún libros de los ingenieros y de las maquinas, el códice se escribió en la segunda mitad del siglo XVI y en el siglo siguiente fue dividido en cinco partes, y fue entonces cuando se le atribuyó la autoría a Juanelo Turriano, como ingeniero mayor de Felipe II. Pero en el prologo de la edición citada, el ingeniero José Antonio García Diego, dijo que la obra no pudo ser escrita por Turriano debido a que dicho relojero italiano no cumplía una seria de requisitos: no escribía en castellano con total fluidez al igual que no lo hablaba del todo bien, en el texto se observaban ciertos aragonesismos, el autor conocía muy bien ciertos puntos de Aragón, y Turriano no había estado nunca allí, y por otra parte la especialidad de Turriano, los relojes, era la más floja del texto.

Por estas razones se sabe que Turriano no escribió la obra Los veintiún libros de los ingenieros y de las maquinas, y el descubrimiento de la biblioteca de los Lastanosa ha corroborado la hipótesis de que este Pseudo J. Turriano sea en efecto Pedro Juan de Lastanosa.

Al ser Lastanosa el autor de dicho códice podemos atribuirle la invención de los artilugios que parecen en el manuscrito convirtiéndose en uno de los grandes genios de su época.

Escafandra de Lastanosa
Canal Imperial de Aragón donde colabora Lastanosa

Filtros para potabilizar agua