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Juan Bautista de Toledo

Retrato de Juan Bautista de Toledo

Juan Bautista de Toledo (nació en Toledo o en Madrid alrededor de 1515, murió el 10 de mayo de 1567 en Madrid. Eminente arquitecto renacentista español con excepcional experiencia en urbanismo e ingeniería militar e hidráulica.

De todas formas no sabemos con total exactitud su naturaleza, dada la absoluta carencia de noticias fidedignas sobre sus progenitores, sobre el lugar y fecha de su nacimiento, sobre su primera educación, ya que historiadores y biógrafos, que nunca aluden a sus padres y antepasados, discrepan respecto a su cuna. En tanto Juan de Arfe, arquitecto y contemporáneo, le hace toledano, fray Juan de Huete, primer prior de El Escorial que le trató personalmente, le cree italiano; otros escritores que no le conocieron le consideran natural de Madrid.

Fue conocido en Florencia y Roma como Giovanni Battista de Alfonsis. Ambos arquitectos tienen la misma caligrafía, por eso se piensa que se trata de la misma persona.

Sus obras más importantes son:

El papa Pablo III le nombró como Arquitecto Adjunto Coordinador de las obras de la Basílica de San Pedro. En su etapa romana, Juan Bautista fue el hombre de confianza de Miguel Ángel, Arquitecto Jefe de las obras de la Basílica de San Pedro.

Probablemente trabajó como asistente de Antonio da Sangallo en la Fortaleza da Basso (Florencia).

Fortaleza del Basso

En Nápoles trabajó para Carlos V como arquitecto en 1549 antes de que en 1559 fuese llamado por Felipe II a Madrid, para, en calidad de Arquitecto Real, con un salario de 220 ducados, ocuparse de las obras reales, pero sobre todo para diseñar y construir el Monasterio de El Escorial y urbanizar su entorno.

Juan Bautista de Toledo trazó La Granjilla de La Fresneda. En La Granjilla intervinieron también los arquitectos Gaspar de Vega y Juan de Herrera. A la muerte de Juan Bautista, posiblemente, Juanelo Turriano, Ingeniero Hidráulico de Felipe II, se encargó de terminar los acueductos (la cacera del río Aulencia) y estanques de La Granjilla.

La Granjilla de La Fresneda

También trabajó en el Palacio Real de Aranjuez, San Jerónimo el Real, Casa de Campo, Alcázar de Toledo, Casa Real de Aceca y Alcázar de Madrid. También trazó la fachada del convento de las Descalzas Reales de Madrid.

San Jeronimo el Real
Alcazar de Madrid
Monasterio de las Descalzas Reales
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Juan de Herrera

Juan de Herrera nació en el barrio de Movellán en el concejo de Roiz, y murió en Madrid en enero de 1597.

Estudió Humanidades y Filosofía en Valladolid, y en 1548 viajó a Barcelona para unirse a la comitiva que acompañaba al por entonces príncipe Don Felipe en su viaje por Italia y Alemania, donde entra en contacto con las corrientes renacentistas del momento.

En 1553 participa en la campaña de Flandes como soldado a las ordenes del Emperador, al cual acompaña a su retiro a Yuste en 1556, a la muerte de este en 1558 pasa a las ordenes de Felipe II, y se encarga de la enseñanza del príncipe Carlos de Austria, durante este periodo se encarga de copiar el Libro del saber de astronomía.

En 1563 se entra a trabajar bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo en las obras del Monasterio de El Escorial, del cual asume el mando en 1572 finalizándolo en 1584.

Cuando en 1579 es nombrado Inspector de Monumentos de la Corona, expande su estilo arquitectónico por toda España, es lo que se conoce como arquitectura herreriana.

La arquitectura herreriana  se caracteriza por su rigor geométrico, la relación matemática entre los distintos elementos arquitectónicos, los volúmenes limpios, el predominio del muro sobre el vano y por la ausencia casi total de decoración.

Los edificios herrerianos destacan por su severa horizontalidad, lograda gracias al equilibrio de las formas, preferentemente cúbicas, que se disponen simétricamente en la estructura. Por lo general, presentan cubiertas de madera revestidas al exterior de pizarra y torres laterales, rematadas en chapiteles piramidales terminados en punta, que introducen un elemento de verticalidad, al tiempo que contribuyen a reforzar la sensación de simetría.

Posteriormente en 1583 fundará la Academia de Matemáticas y Delineación, convirtiéndose a su vez en su primer director.

Por lo que a su obra se refiere, en 1561 comienza las obras del Palacio Real de Aranjuez, y en 1563 se pone a las órdenes de Juan Bautista de Toledo en El Escorial.

Palacio Real de Aranjuez

Se pondrá al frente del proyecto cuando Bautista muera en 1567. Entonces cambiará los planos, lo amplia y cambia la ornamentación del interior de la iglesia y la fachada, de esta manera hace un edificio con aspecto austero basado en la horizontalidad, la uniformidad compositiva y una sobria decoración. Destaca la planta rectangular con sus cuatro torres en las esquinas, típica de los sobrios alcázares castellanos de piedra, la arquitectura clásica italiana en la basílica y las portadas, y los típicos tejados apizarrados flamencos.

Planta de El Escorial

El edificio destaca por la potencia de su imagen, la sabia composición de su complejo programa funcional, el rigor arquitectónico de cada una de sus partes, la elegancia de la articulación arquitectónica entre las distintas piezas, la cuidada perfección de sus proporciones y sus ricos valores simbólicos.

Además al mismo tiempo que dirige las obras del Monasterio de El Escorial realiza otras obras como la fachada sur del Alcázar de Toledo y la Lonja de Sevilla.

Fachada Sur del Alcázar de Toledo

También inicio proyectos que no pudo acabar como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Valladolid

También realizó otras obras de menor envergadura como:

Palacio de el Queixigal, edificio desaparecido, construido en Robledo de Chavela

Edificio de la Casa Consistorial de Toledo

Puente de Segovia-Madrid

Puente Segovia-Madrid

Reconstrucción y reconversión en palacio del Castillo de Villaviciosa de Ondón

Real Aposento de Torrelodones, edificio desaparecido en la actualidad.

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Pedro Juan de Lastanosa, el olvidado


De los ingenieros de corte de Felipe II, la historiografía se ha olvidado de uno en particular, a pesar de su contribución más que notable al reino, Pedro Juan de Lastanosa, puede que haya sido olvidado debido a las dificultades que entraña realizar una biografía suya.

La familia Lastanosa era originaria de Aragón, más concretamente de Huesca, era una familia de ilustre linaje que habían servido a Carlos V y a Don Fernando de Austria. Ya el hermano de nuestro ingeniero sirvió a la orden de Felipe II.

Escudo de la familia Lastanosa

Pedro Juan de Lastanosa nació cerca de Monzón, Huesca, a principios del s. XVI y murió el 29 de junio de 1576.

Por lo que sabemos estudió en las universidades de Huesca, Alcalá, Salamanca, París y Lovaina, siendo Doctor en Teología, buenas letras y matemáticas, observamos que se trataba de un hombre de gran cultura y amplia formación. Se sabe además  que residió una época en Bruselas, donde tradujo un libro de geometría del latín al castellano. Esta labor la realizó junto al cosmógrafo de Carlos V, Giraba.

También sabemos que Lastanosa se encontraba en 1559 en Nápoles, al servicio del virrey. Donde se empapó de la cultura italiana y aprendió mucho sobre la ingeniería hidráulica, llegando a publicar un manuscrito, Discurso sobre las aguas de Selenio, este manuscrito trata sobre el problema de abastecimiento de Nápoles.

Ya en 1563 fue nombrado criador ordinario del rey Felipe II, se conserva la cédula de su nombramiento y dice:

“Habiendo tenido relación de las letras, suficiencia, habilidad y experiencia que vos Pedro Juan de Lastanosa tenéis en cosas de fábricas, fortificaciones, maquinas (…) nuestra merced y voluntad es de os recibir, como por la presente os recibimos, por nuestro criado ordinario…”

Al principio se le pagaba 300 ducados extraídos de las obras del Alcázar de Madrid. En esta misma época estaban incluidos en la nómina del Alcázar de Madrid, entre otros, Juan Bautista de Toledo, Juan de Valencia y Juan de Herrera, Juanelo Turriano figuraba como hemos dicho en la anterior entrada como relojero.

Con acuerdo a la documentación podemos decir que la labor de Lastanosa de 1563 a 1566 fue la de inspeccionar las fronteras en asuntos concernientes a su experiencia en obras hidráulicas y maquinaria. En esta época inspeccionó las obras del Canal Imperial de Aragón, parada la obra primero por problemas técnicos y luego por económicos.

La labor de Lastanosa cambia en 1566 cuando junto con Pedro de Esquivel, realizan la Descripción y Corografía de España ordenada por Felipe II. Durante mucho tiempo este merito de cuadrar la geografía española con el método geodésico se le había dado a Esquivel pero recientes investigaciones han demostrado que Lastanosa conocía el método, ya que lo había estudiado en su época en Bruselas, y por lo tanto participó en la labor, que por cierto quedó incompleta.

Pero Lastanosa también realizó diversos trabajos más como queda constancia en las diferentes cédulas, como la del Archivo de la Corona de Aragón, en la que se estipula que recibió 200 ducados por parte del procurador real del reino de Mallorca, lo que muestra que Lastanosa gozaba de buena fama en la corte.

Otro aspecto más desconocido de Lastanosa es el de la aprobación de libros por petición del rey, es el caso del Vocabulario de las dos lenguas toscana y castellana de Cristóbal  de las Casas, o también las obras sobre Aritmética y Geometría para uso práctico de Juan Pérez Moya.

Por lo que respecta a la polémica sobre el autor de Los veintiún libros de los ingenieros y de las maquinas, el códice se escribió en la segunda mitad del siglo XVI y en el siglo siguiente fue dividido en cinco partes, y fue entonces cuando se le atribuyó la autoría a Juanelo Turriano, como ingeniero mayor de Felipe II. Pero en el prologo de la edición citada, el ingeniero José Antonio García Diego, dijo que la obra no pudo ser escrita por Turriano debido a que dicho relojero italiano no cumplía una seria de requisitos: no escribía en castellano con total fluidez al igual que no lo hablaba del todo bien, en el texto se observaban ciertos aragonesismos, el autor conocía muy bien ciertos puntos de Aragón, y Turriano no había estado nunca allí, y por otra parte la especialidad de Turriano, los relojes, era la más floja del texto.

Por estas razones se sabe que Turriano no escribió la obra Los veintiún libros de los ingenieros y de las maquinas, y el descubrimiento de la biblioteca de los Lastanosa ha corroborado la hipótesis de que este Pseudo J. Turriano sea en efecto Pedro Juan de Lastanosa.

Al ser Lastanosa el autor de dicho códice podemos atribuirle la invención de los artilugios que parecen en el manuscrito convirtiéndose en uno de los grandes genios de su época.

Escafandra de Lastanosa
Canal Imperial de Aragón donde colabora Lastanosa

Filtros para potabilizar agua