En esta entrada comentaremos el problema que Felipe II tuvo en la zona holandesa, durante todo su reinado.
Se podría decir que el conflicto plenamente dicho comenzó en 1566, pero ya bastantes años antes, los habitantes de la zona se habían manifestado en contra, de los impuestos abusivos de la corona española. Esta necesitaba aumentar sus recaudaciones debido a la Guerra que estaba manteniendo con Francia, de esta manera con estos impuestos se mantenían a las tropas españolas. La gobernadora de la zona de los Países Bajos era Margarita de Parma, Felipe II ordenó a esta gobernar con tres consejeros, que tendrían competencias en el ámbito militar, judicial y religioso. Pero la gobernadora no ejecutó las órdenes de Felipe II, lo que supuso un gran problema porque estos consejeros se pasaron al bando de la oposición. A parte de estos problemas políticos y económicos existía el religioso, este problema fue causado por el problema de los hijos menores de la nobleza, que tradicionalmente habían encontrado acomodo, en la Iglesia. Pero ya no habían puestos para ellos debido al excesivo número de eclesiásticos. Otro problema religioso fue la dura represión al calvinismo y anabaptismo, los holandeses pidieron que se relajasen en el cumplimiento de estas represiones, pero esta petición originó el efecto contrario y se recrudecieron las persecuciones religiosas.
Esta última medida originó que los calvinistas de la zona, escribieran un manifiesto de carácter moderado, llamado “compromiso” al que se sumaron numerosos católicos. En julio de 1566 se unieron en Saint Trond los grandes señores y los calvinistas. De esta manera se inició una fronda y una disidencia religiosa dirigida por el principe de Orange, hay que mencionar que los grandes señores se unieron no por simpatizar las ideas calvinistas sino para erradicar la situación política de los Países Bajos.
Tras la unión de ambos bandos se iniciaron las escaramuzas en ese mismo año en zonas como Armentieres, Hondschoote, Flandes, Zelanda, Holanda o Frisia. Se atacaron monasterios e iglesias, pero finalmente en 1667 Margarita de Parma acabó con las tropas de Luis de Nassau y Guillermo de Orange que se refugiaron en Alemania, con el propósito de crear un nuevo éjercito. Sofocado este primer enfrentamiento Felipe II cometió posiblemente el error más grande de su reinado y ordenó una dura represión en la zona, esto generó aún más odio hacia los españoles y por lo tanto, que el conflicto siguiera vivo durante años, hasta conseguir el objetivo de independizarse de la corona española. Esta feroz represion unió a la población, Luis de Nassau y Guillermo de Orange intentaron poco tiempo más tarde vencer a las tropas españolas pero no lo consiguieron.
A partir de 1772 los independentistas cosecharon algunos éxitos que les permitieron obtener diversas plazas fuertes, las tropas españolas en cambio, se encontraban en dificultades lo que perimitió que Zelanda y Holanda se organizaran en federación bajo mando de Guillermo de Orange. De esta manera poco a poco y pese a la ayuda de Alejandro Farnesio y tras muchas batallas en las que se conseguía recuperar territorios para la corona española, pero posteriormente se perdían porque esté tenía que acudiar a otras zonas para sofocar otros altercados del Imperio Español, este falleció en 1592 en Francia y supuso el avance Holandés durante los años posteriores.
Finalmente Felipe II cedió los territorios a su hija Isabel Clara Eugenia y a su marido Alberto de Austria. El conflicto no terminó cuando Felipe II murió sino que prosiguió durante muchos años más, pero durante el reinado de Felipe II se inició el deterioro de las posesiones españolas en la zona.