El País.com decide, contra sus primeros impulsos, ofrecer acceso a todos sus contenidos de manera gratuita. El govern valencià opta por un bono-libro para los escolares, bono libro que en muchos casos ha aumentado el precio de los libros tradicionales. El negocio, actualmente, no puede (no debe) plantearse a la manera tradicional, como cuando, en el cole, nos obligaban a comprar libros nuevos todos los años. Muchos se ha forrado intentando vender cultura y estatus. Las enciclopedias no se compran como antes. La espasa ya no viste. Mientras tanto, ¿para cuándo algún material digitalizado para nuestros escolares de infantil, primaria y secundaria? Ahora bien, el planteamiento debe ser radicalmente distinto a los libros tradicionales. La democratización de los contenidos, cada vez más audiovisuales, exige un cambio de actitud por parte de los que nos los intentan vender. Gracias a los consumidores el país da acceso gratuito a sus contenidos. Y eso no significa que se suprima su edición impresa, al contrario, se refuerza. De la misma manera que un e-book no debería significar la desaparición del manual tradicional.