Tratar de asociar conductas moralmente inaceptables, además de delictivas y mezquinas, con el uso de las actuales tecnologías de la información y comunicación, léase Internet y las redes sociales, es capcioso. Olvidarnos de la educación, que no formación, de nuestros pequeños cuando cometen actos que si los hiciera un mayor de edad, que no adulto, podría incluso ir a la cárcel; y luego echarnos las manos a la cabeza cuando vemos conductas inimaginables en grupos de supuestos amigos o compañeros, y matrimonios, no me cuadra. Como no me cuadraría tratar de relacionar el mangoneo y compadreo a todos los niveles con el aumento de la temperatura de la Tierra y el cambio climático. Una cosa no tiene nada que ver con la otra, aunque puede que vayan a la par. Y me da la sensación que en determinados medios de comunicación intentan asociar el uso de las emergentes redes sociales a través de Internet con determinadas conductas inhumanas.