Es el pie de foto de la imagen que ocupa la portada de la edición comunidad valenciana (las minúsculas son mías) del diario ABC.
El diario ABC nos muestra, una vez más, lo fácil que es utilizar una imagen para intentar lanzar un mensaje, por medio de una fotografía, que puede o no corresponder con la realidad, anunciada y o percibida. A la ministra de defensa le tienen ganas. Supongo que por mujer. Dentro y fuera del cuerpo. Dicen que también por republicana. Y al PSOE no digamos. A Ripoll le robaron la cartera, literal, el pasado domingo, durante el mitin del PP en el recinto de la Volvo, junto al puerto de Alicante. Y es que estamos en campaña, por las europeas. Pero al tema, las imágenes y fotografías están por todas partes. Algunas van provistas de mensajes, se supone que para conseguir ciertos fines. Otras tratan de documentar las sociedades y los individuos que las conforman. Otras quieren entrar en los museos y espacios similares. Otras tratan de captar y reflejar la luz mediante los colores y las sombras. Y muchas, la mayoría, se realizan para llenar el particular baúl de los recuerdos de cada uno. Y ese soldado de Hoyo de Manzanares podrá guardar esa portada con su foto donde no sólo le han tratado de arrebatar la dignidad a él, también a la institución para la que trabaja. Hoy día es fácil retocar y manipular las fotografías para mostrar el lado más oscuro y siniestro de la vida y de los ciudadanos. Aunque las cámaras de hoy día permiten disparar en ráfaga o grabar video (compuesto de fotografías) para extraer luego las imágenes más comprometidas y comprometedoras, sin disimulo. Pueden existir cien fotos de un evento o de una persona. Algunos periodistas gráficos, o sus mandos, elegirán la más surrealista para su publicación en el diario. Parece que hay clientela a la que le gusta esto, no sólo en el periodismo gráfico. Tratando de mostrar una imagen de la realidad en la que algunos no habíamos caído, no la habíamos visto. Y aún viéndola hemos preferido no verla, o verlo de otra manera.