Qué pasaría si los alumnos de los colegios públicos de educación infantil y primaria pudieran asistir y hacer uso de las instalaciones educativas, léase colegios, durante once meses al año, descansando el mes de agosto, y retomando las clases el 1 de septiembre, después de haber finalizado el curso el 30 de junio?
No pasaría nada, sencillamente esa situación es IMPOSIBLE. Por lo tanto no merece la pena mejorar las instalaciones deportivas, la biblioteca, la sala de informática y otros espacios comunes. Por tanto, los comedores escolares es imposible que presten servicio durante once meses al año, con la consiguiente consolidación de derechos laborales de los trabajadores que realizan su actividad laboral a través de dichas empresas. Y por tanto es conveniente que echemos mano de iaias y escuelas de verano que también generan empleo y diversión. Y a los maestros ni tocarlos. Están muy estresados y eso que tienen la mitad de alumnos que hace 30 años, pero son alumnos más consentidos y peor educados (recordemos que la educación se consigue en casa y la formación en la escuela, aunque no sólo) en muchos casos desmotivados. Menos mal que disponemos de OCHENTA días para recuperarnos. (Desde el 18 de junio de 2009 al 7 de septiembre de 2009, ambos inclusive, hay ochenta días de vacaciones).