Uno de los primeros dilemas que el usuario del libro electrónico se plantea es la idoneidad o no de la iluminación de la pantalla. La respuesta no es fácil, pero al mismo tiempo es muy sencilla. Todo depende del uso que le demos al libro electrónico. Si vamos a leer mucho tiempo a cualquier hora, una pantalla de tinta electrónica no autoiluminada es muy recomendable. Sería la opción más económica y menos dañina para nuestros ojos. ¿Y por la noche? Pues utilizas una lampara igual que has hecho toda la vida para iluminar las páginas de un libro impreso en papel. Si tienes claro que vas a utilizar mucho el ebook, que lo vas a utilizar a cualquier hora del día o de la noche, y que no lo vas a utilizar para navegar por internet, comunicarte o jugar, solo para leer, sin fotos ni vídeos, un ebook sencillo tipo kindle debería ser tu elección. El único extra, por así decirlo, es la conexión wifi y la pantalla táctil y que admita tarjetas micro sd por si quieres tener una gran cantidad de libros almacenados en el dispositivo. Sobre el tamaño, solo diré que no siempre lo más grande es lo mejor ni lo más necesario. Si quieres poder llevarlo a cualquier parte y poder mantenerlo con una mano en posición tumbado, las 6 pulgadas de pantalla son suficientes, teniendo en cuenta que puedes modificar el tamaño de letra, y a modo de orientación tres páginas del ebook son una página de un volumen impreso.
Por tanto, el mercado querrá que compres una pantalla grande, iluminada, que te permita ver la tv y películas, que puedas jugar, instalar aplicaciones, consultar el correo electrónico,… ERROR!!! Un libro electrónico es para leer, debe ser ligero y sobre todo que no dañe la vista.
Sobre los sistemas más o menos sofisticados para iluminar la pantalla de los libros electrónicos con pantalla no autoiluminada, diré que no me gusta ninguno. Quién puede aguantar cómodamente dos horas leyendo de noche con tres leds, o siete. Mi opción, repito lo ya dicho, una bombilla decente, en un aparato orientable, nada de inventos modernos con baterías recargables o pilas de botón. Un poquito de seriedad. El mercado solo busca que probemos nuevos artículos. Para un ratito un palo con un led puede hacer su papel, pero para media hora o más nada de inventos.
Resumiendo, para leer, un kindle con wifi, pantalla tactil y ranura para mini sd sobra. En mi caso utilizo un Nook.
Para navegar y trastear, un ipad con pantalla retina.
Para ir a la última, un relojito de esos que se presentan el 9 de marzo de 2015.
Solo añadir, que la posibilidad de disponer de una gran cantidad de títulos puede generar una exigencia desconocida. Después de leer La Jauría (E.Z.) y Los Buddenbrook (T.M.) no logro pasar de las primeras 20 ó 50 paginas de obras que en otro tiempo quizá hubiera leído, pero que ahora no me enganchan. Puede que sea el formato.