La lluvia no deslució este entrañable día en el que personas venidas de todos los rincones del mundo pasan una jornada de convivencia entrañable. Jacinto me lo contó el domingo por la mañana. Es un espectáculo penoso contemplar la cola que el alicantino de adopción es capaz de soportar para conseguir un puñado de arroz. Había gente que se guardaba los montaditos de chorizo en el bolso. A otros no les cabía más queso en la boca. Gente mayor no acostumbrada a beber vino y otros brebajes perdiendo los papeles. Baile desenfrenado por la tarde con destape incluido. Pan y circo pero en plan cutre. O sobró gente o faltó comida. Pero sobre todo faltó vergüenza, más aún después de contemplar el reportaje emitido la víspera en cuatro por esos nuevos profesionales callejeros sobre el barrio de las Mil Viviendas de Alicante, o renombrado barrio de El Carmen. No era la primera vez que se podía ver ese reportaje en esa cadena. Ahora lo puedes ver en cualquier momento en el youtube, entero, por etapas o las mejores escenas. En tiempos de crisis este tipo de documentos parece que duelen más. Pero, además, poco se ha debido hacer en época de bonanza. La Vía Parque atraviesa dicho barrio y pasa muy cerquita del callejón de la muerte. Menudo susto me llevé hace dos domingos a las siete de la tarde. Uno al que se le estropea el coche, bajan dos, abren el motor, colapsan la circulación y parece la escena de una película donde te roban hasta los calzoncillos. “Ser Alicantino… ¡Duele!”, (jueves 21 de mayo, a las 20:15 en la SEDE UA), conferencia organizada por la Asociación Cultural Alicante Vivo enmarcada dentro de las actividades que la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas realiza con motivo de las “III Jornadas de la Ciudad”