Participantes categoría texto sencillo, concurso ONU

Gane quien gane, los participantes han mandado respuestas muy interesantes ante la pregunta propuesta “¿Cómo te imaginas el trabajo de traducción en la ONU?”.

A continuación recopilamos aquí los 10 mensajes de texto sencillo presentados y en el orden cronológico en que fueron entregados.

  • Esther Abad Núñez: “Si la vida te da limones, exprime bien el sentido, porque al final son manzanas.”
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  • Yolanda Soto: “Imagino el trabajo de traductor o intérprete en la ONU como un reto pero no como algo inalcanzable. Lo veo como un reto porque, para cumplir ese sueño sin que pierda su magia, es requisito imprescindible aprender a gestionar la presión que ese puesto de trabajo supone y las dificultades a las que uno se enfrenta cuando es traductor; de lo contrario, en un mal día, ese traductor sentiría cómo el Arco del Triunfo se convierte en ruina…”
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  • Vivian Dreschel: “A un traductor que trabaja en la ONU me lo imagino como a la última pieza de un puzle ,sin la que sería imposible ver lo que representa. Ayuda a transmitir una información de gran valor que sin ser traducida no podría cumplir su función. Y a la vez es una llave que abre las puertas que llevan a algunas de las mentes más importantes de nuestra sociedad ,responsables del bienestar de esta misma.”
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  • Carmen Pastor Vidal: “El trabajo de traducción en la ONU me lo imagino confuso a la par que satisfactorio. Confuso por un lado, por la gran cantidad de información, movimiento de personas y sabiduría que se comparte; y satisfactorio por otro, ya que tanto la información, como la cantidad de gente y sabiduría, nos proporcionan ese sentimiento de realización y solidaridad por un bien común, un bien colectivo y emocionante.”
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  • Amanda Kemarskaya: “Me imagino el trabajo de la traducción en la ONU como elaborar un buen plato de cocina; los ingredientes del plato simbolizan los representantes de cada país de la ONU, y las manos del cocinero las palabras del traductor. Cada ingrediente no tiene ni la misma pinta, ni el mismo sabor ni viene del mismo suelo, pero si falta algún ingrediente, el plato no estará bueno. Ahora bien, el plato se obtiene a través de un cocinero, que usa las manos para juntar los ingredientes. ¿Su objetivo? Saciar a la gente con su plato. Y además, ¿a quién no le gustaría el plato de un buen cocinero, que es tanto fiel a la receta como fruto de su propia creatividad?”
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  • Pilar Lloret Cano: “¿Cómo me imagino el trabajo de traducción en la ONU? Sin duda, lo imagino como un trabajo admirable. Un trabajo lleno de responsabilidad, mucho estrés, pero sobretodo mucha adrenalina. Imagino la adrenalina que siente el traductor al enfrentarse sólo y desnudo ante palabras con tanto valor. Imagino como siente el peso del significado de cada palabra. Se trata de hacer entender problemas reales como la paz, la amistad y los derechos humanos, problemas que llegan a conmover. Para eso no basta con saber lenguas, hay que saber trasmitir sentimientos.Imagino que un error se paga muy caro ya que se pueden crear grandes conflictos, pero sino, estas contribuyendo a escribir la historia del mundo. ¡Solo espero poder sentirme igual de útiles que ellos algún día!”
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  • Behl El Harrak: “¿Cómo te imaginas el trabajo de traducción en la ONU? ¿Cómo te imaginas rasgar las nubes en los cielos de Nueva Zelanda? ¿Cómo te imaginas beber de las Cataratas del Niágara? ¿Cómo te imaginas gritar desde lo alto del Everest? ¿Cómo te imaginas bucear en el Mar Rojo? Y lo más importante: ¿Cómo te imaginas viajar en el tiempo siendo consciente del presente? La labor del traductor responde a las cuestiones más disparatadas. Cada día debe suponer una aventura, que si aventuras salvajes, tristes, enérgicas, pero siempre de las que no se olvidan. Así me lo imagino, como vivir el momento de tu vida una y otra vez, a la espera de que ese sea tu día, ya que de ti depende que todo un paisaje de culturas diferentes creen lazos mágicos. Lazos que solo la comunicación es capaz de formar. Ay, amigo traductor, y es que te toca a ti ser el mensajero que toque puerta a puerta, en cuestión de segundos, con precisión y soltura. Menos mal que sabes de todo, desde Prometeo hasta Queen y solo con un fin: Que el mundo siga con sus locuras de historia, ciencia y religión que sin ellas dejamos de ser lo que nos gusta, humanos hasta la saciedad.”
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  • Naj Ghafour: “La cuestión es, ¿cómo no imaginarse trabajando como intérprete en la ONU? Qué más dará si en Ginebra o Nueva York… El mayor éxito para todo estudiante de Traducción e Interpretación, sea de los idiomas que sean, es acabar en una cabina. Interpretar para organismos internacionales no solo supone viajar y salir de España, tener un buen trabajo y un buen sueldo. Interpretar en organismos internacionales supone uno de los mayores éxitos de nuestra carrera profesional. Supone sumergirse en lo más profundo de una cultura. Cargar con una gran responsabilidad. Facilitar la comunicación entre aquellos que determinan el futuro político y económico de nuestra sociedad, nación o continente. No somos ni políticos ni embajadores, pero como bien nos han enseñado o nos están enseñando, somos el puente de unión entre todos ellos. Un puente que sin él, no habría conexión alguna. Llevar tacones altos o un traje impecable son solo el cliché de la profesión. Pero se trata de algo mucho más trascendente. “Estudio Traducción e Interpretación y me gustaría acabar en la ONU, en el Parlamento o en la Comisión Europea” ¿Y quién no sueña con ello? Intentamos superarnos cada día para conseguir cumplir ese sueño que muchos de nosotros tenemos. Queremos sentirnos orgullosos de nosotros mismos y satisfacer nuestras necesidades personales. ¿Cómo me imagino? Feliz. Pues no hay nada mejor que dedicarse a lo que te gusta y te apasiona. Y ojalá todos nosotros consigamos sentir esa sensación de satisfacción personal algún día.”
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  • Irene Esteve: “Me imagino el trabajo de traducción en la ONU como una lucha interna, una batalla intrínseca del ser humano, inacabable como su existencia. Una contradicción. Miedo, incertidumbre, nervios, inquietud, dudas, insomnio, preocupación… Alegría, satisfacción, orgullo, osadía, confianza, autodeterminación, dignidad… Al fin y al cabo un equilibrio determinado por la auténtica finalidad: unir naciones.”
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  • Beatriz Sánchez García: “¿Cómo te imaginas el trabajo de traducción en la ONU? En nuestros tiernos inicios como estudiantes de secundaria y bachiller, aquellos en los que empezábamos a plantearnos a qué queríamos dedicarnos de manera profesional (y un poco más objetiva), te preguntan: “¿Qué quieres estudiar?”. A lo que tú les respondes: “¡Me gustan mucho los idiomas! Me encantaría poder comunicarme con mucha gente en distintas lenguas”. Traducción e interpretación parece una buena idea. Sin embargo, ¡no es hasta el momento en el que te hablan de los traductores e intérpretes de la ONU, cuando te decides finalmente por esta profesión! Los traductores de la ONU se enfrentan cada día a limitaciones de tiempo, deben demostrar un dominio del lenguaje asombroso e inmediato, y además, no deben cometer errores (¡ya que esto podría suponer terribles confusiones diplomáticas!). Su trabajo nos parece entonces admirable. Aunque lo que es verdaderamente fascinante es el hecho de que trabajar en la ONU significa, desde mi punto de vista, “transportar” aspectos tan relevantes como los valores humanos de una lengua a otra distinta, así como demás contenidos de tipo ético y social. Es un puente entre culturas, gracias al cual desaparecen las barreras idiomáticas y se consigue llegar a un análisis multicultural de las metas más trascendentales que conforman nuestra existencia. En definitiva, trabajar en la ONU supone abrir las murallas culturales para dejar paso a un debate en igualdad de condiciones sobre los valores que nos definen como humanos.”

¡Gracias por vuestras brillantes reflexiones, narraciones o aportaciones!


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