Por lo que respecta al comercio, a continuación, se procederá a mostrar su panorama con una pequeña descripción tanto del comercio interior como del exterior y se relacionará con la “Revolución de los Precios”.
El comercio estaba pasando una mala racha debido a que no había una unidad. También había obstáculos como las pésimas infraestructuras (caminos y carreteras). No había seguridad por lo que el bandolerismo era frecuente, las aduanas para el pago de los aranceles tenían un precio elevado y la lentitud del transporte terrestre subía los precios e hizo que se buscaran nuevas salidas.
El comercio interior se articulaba por medio de ferias y mercados aunque en un 90% la sociedad era de autoconsumo y en el 1% se encontraba la población que formaba los mercados nacionales, internacionales y oceánicos.
El comercio exterior destacaba por la exportación de materias primas como la lana, la sal, el aceite y el hierro y la importación de productos manufacturados como los tejidos flamencos y de Francia, los navales, los pescados y los cereales.
Las rutas comerciales se articulaban en tres circuitos:
a) El comercio mediterráneo: Que disminuyó.
b) El comercio cantábrico: Se realizaba con los Países Bajos a través del consulado de Burgos y el de Bilbao hasta que llegó la sublevación flamenca de 1568. Las rutas alternativas de Barcelona-Génova-Franco Condado hicieron caer a la de Medina del Campo-Amberes.
c) El comercio americano: Se intercambiaron metales preciosos como el oro, la plata o el cobre por manufacturas y productos agrarios. Otros productos intercambiados fueron: los coloniales como las pieles, el tabaco, el ázucar, la cochinilla, etc. que se dieron en ferias como la de Portobelo, Veracruz y Cartagena de Indias.
Hubo una inflación en las Españas que recibió el nombre de la “Revolución de los precios” entre 1551 y 1600 debido en parte a la gran cantidad de oro y plata que llegaron a las Españas desde América.
Hay un debate por lo que respecta a esta revolución. Este debate comenzó a partir de 1934 debido al libro El tesoro americano y la revolución de los precios de España, 1501-1650 de Hamilton. Posteriormente, fue criticado de simplista. Así, con los años se relacionaron el orden político, la batalla de San Quintín de 1557, la de Lepanto de 1571, las guerras de religión, la anexión de Portugal en 1580, la dominación de territorios en América, África y Asia, la armada invencible en 1588, el saqueo de Cádiz de 1596 y la deuda heredada de Felipe II y no sólo por la llegada de metales preciosas de América.
En conclusión, debemos ver la Historia como un todo unificado y siempre influenciado por diversos factores. Siempre debemos estar alerta.
SANZ CAMAÑES, Porfirio. La economía española en el siglo XVI. Atlas histórico de España en la Edad Moderna. Madrid. Editorial Síntesis. 2012. 284 p. (págs. 50-52) ISBN: 9788497565226.