En cuanto al tormento del agua habían varias opciones.
1. Atar al reo en una escalera de madera y con cántaro lleno de agua y agujerado del sol, se le arrojaba continuamente un chorro entre la nariz y la boca. Si así no se conseguía su confesión, se le añadía al agua sal en abundancia y se continuaba con el mismo sistema. Si finalmente, el reo tampoco confesaba, se le cubría la cara con un trapo de lino y se arrojaba el agua salada sobre el trapo.
2.La toca: Su nombre procede de uno de los elementos necesarios para esta tortura, la toca, que era una tela blanca de lino o seda con la que se hacían en esa época las tocas o pañuelos que cubrian las cabezas de las mujeres. Esta toca, se introducía en la boca de la víctima, intentando incluso que llegase a la tráquea, y posteriormente se vertía agua sobre la toca, que al empaparse, provocaba en el reo una sensación de ahogamiento, además de muchas arcadas.