Estructura económica

Los mexicas recibían productos que, en calidad de tributos, le enviaban desde todas las regiones conquistadas por sus ejércitos. Ello, en gran parte, permitía al emperador mantener su corte, la burocracia estatal y premiar los sevicios de los guerreros o más cercanos colaboradores. El resto se distribuía al pueblo por intermedio de los mercados localizados en recintos claramente delimitados. Allí se ofrecían los bienes destinados a satisfacer todas las necesidades cotidianas. Las mercaderías, agrupadas por rubros, se apilaban sobre petates, a cuyo frente, sentado en el suelo, el vendedor, premunido de balanzas o medidas, voceaba su mercancía. Las transacciones eran monetarias, empleándose como dinero semillas de cacao o plaquitas de oro.

Severas leyes regulaban el diario comercio. Estaba prohibido comprar o vender fuera del mercado debido a que los artículos pagaban un impuesto al momento de ingresar en él. Jueces vigilaban el estricto cumplimento de precios, pesos y medidas. Los infractores eran duramente castigados.

El mercado de Tenochtitlán se encontraba frente al templo de Huitzilopochtli; sin embargo era más importante el de Tlatelolco, al cual concurrían diariamente, entre vendedores y compradores, unas 60.000 personas.

En los pueblos cercanos se efectuaban ferias cada cinco o veinte días, acudiendo una enorme multitud que aprovechaba la ocasión para celebrar sus ceremonias religiosas.

This entry was posted in Organización social y económica. Bookmark the permalink.

12 Responses to Estructura económica

Comments are closed.