Es una obra escrita por el Reformador en 1520 después de promulgarse las dos bulas de excomunión. Este es el primer escrito violento de Lutero. En él se tocan temas bastantes importantes, como la autoridad de la jerarquía eclesiástica y su derecho a ejercer dicha autoridad. Con referencia a este tema pone como ejemplo a los rusos blancos, los griegos o los bohemios preguntándose si se le podría considerar cismáticos o herejes por el simple hecho de no obedecer al Papa.
Otro de los temas tratados y que es de suma importancia ya que se convertirá en una de las causas de debate entre protestantes y católicos. Este tema es la supremacía de San Padreo como primer Papa y representante de la comunidad cristiana. La polémica está en San Pedro como autoridad o sólo como representante. Lutero afirmaba que según los evangelios de Mateo y Juan Jesús sólo eligió a Pedro como representante sin otorgarle ningún tipo de autoridad. En cambio los romanistas sí que consideran a Pedro como la pieza clave dentro de la construcción de la Iglesia y el máximo representante.
Como último tema Martín Lutero inicia un tema que posteriormente ampliará en otras obras. Se trata de un ataque a las faltas de la Iglesia en el que invita a sus lectores a separarse de la familia católica.