No fue una ruta muy preparada. Nos planteamos (mi chica y yo) ir a Ordesa, nuestro sitio. Queríamos hacer alguna ruta un poco más difícil. Primero dijimos de hacer varias rutas (de un día), pero con la base en Torla. Poco a poco, y con la experiencia del Puig Campana, nos fuimos animando. Conseguimos sitio en el refugio de Góriz para dos noches. Nos planteamos llegar a Góriz en un día, hacer la subida clásica de Monte Perdido (por lo menos intentarlo) el día siguiente y regresar el tercer día. Este fue nuestro periplo.
Salimos de Torla tempranito. Cogimos el autobús hasta la pradera. Teníamos muchos nervios (yo no pude dormir mucho la noche de antes). En la pradera mucha gente, aunque no había el agobio del verano. Hicimos la senda de los cazadores, una subida muy dura, de 600 metros de desnivel. Llegamos al mirador de Cazilarruego. Una visión espectacular del valle.
Lo siguiente fue seguir la faja de Pelay hasta el circo de Soaso. A unos 1900 metros de altura corre una senda estrecha, en medio de la ladera de la montaña. Merece la pena la subida dura del principio, sólo por las vistas y por la soledad, lejos de turistas (bueno, nosotros éramos un poco turistillas).
Llegamos al circo de Soaso, a la cascada conocida como cola de caballo. Nos empezó a llover y las fuerzas estaban escaseando. Nos pensamos (y mucho) si seguir con el ruta. Al final nos atrevimos. El primer obstáculo fue las clavijas de Soaso. Je, descubrí que tengo vértigo. Es una roca, muy resbaladiza, con unas clavijas de acero y una cadena para pasarla. Superado esto, caminito hasta el refugio. Llegamos destrozados, pero contentos. Muy buena cena (comimos hasta reventar), buena charla con la gente y a dormir (ni pensamos en ducharnos, con el agua “templadita” que salía). Dormimos mal (una habitación para 36 personas) y nos levantamos a las 7 para empezar el día.
Monte Perdido 2007 |