LA MÚSICA PROFANA
Algunas de sus diferencias con respecto de la música religiosa son las siguientes:
– Se partió de textos en lengua vulgar y no en latín.
– Se dio una gran tendencia hacia los modos mayor y menor actuales, con sabor menos modal.
– Los temas eran con mayor frecuencia originales y no tomados de los ya existentes, como solía hacerse en la composición religiosa.
– No estaba destinada generalmente al coro, sino a voces solistas acompañadas con frecuencia de algún instrumento.
– Las formas variaban según las naciones (villotas, canzonetas, frottolas), pero confluyeron en la segunda mitad del siglo, más o menos directamente, en la canción y en el madrigal.
– Se fijó la disposición de las voces del coro (que ha perdurado hasta la actualidad):
- Soprano, que se conocía como superius o supremus; en España, con frecuencia se llama triple, puesto que, en una terna de voces, ésta es la “triple” o superior.
- Contralto, que solía denominarse alto.
- Tenor, la voz aguda del varón adulto. El nombre procede de que, en la Antigüedad, esta voz era la que presentaba el tema gregoriano en notas muy largas, “tenidas”. Fue la voz melódica más grave durante cierto tiempo, hasta que se añadió otra inferior, el bajo.
- Bajo, la voz más profunda del conjunto.
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One response to “La música profana”
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