El proyecto parte del estudio de los distintos niveles de interioridad que existen en Eixample y en Gracia.
En Eixample las construcciones generan espacios interiores totalmente aislados de la trama urbana mientras que en Gracia el espacio se vuelca casi siempre hacia el exterior de la edificación.
Mi idea de ciudad se forma a partir de la identificación de estos niveles de interioridad de los dos barrios y de la inquietud de proyectar un espacio híbrido compuesto de situaciones urbanas que transiten entre los dos extremos analizados.
Para ello el primer paso es examinar el tejido preexistente para localizar las partes que, por su carácter “direccional” o “reversible” me interesa conservar, el resto entra en el el grupo de tejido modificable.
Los grupos de edificios, adyacentes entre sí, que por su geometría el frente de fachada supere los 30m y tengan altura y profundidad homogéneas, entran en la categoría “direccionales”.
Aquellos edificios cuya parcela sea lo suficientemente extensa para generar el “negativo” hacia el interior de la manzana, entran en la categoría “reversibles”.
Con todo el tejido que no encaja en ninguna de estas categorías se diseñan nuevas situaciones arquitectónicas. Las estrategias formales vienen dadas por los parámetros de diseño “interioridad” y “suelo”.
Gracias a la lectura previamente realizada de los niveles de interioridad del tejido preexistente genero un gradiente de situaciones que acentúan o disminuyen ésta cualidad:
alto_+++, medioalto_++-, mediobajo_+– y bajo_—
Mediante operaciones arquitectónicas como pinzamientos, ensanchamientos, inclinación del plano de fachada, generación de terrazas, control de los puntos de acceso… se van configurando cada uno de los niveles.
El segundo parámetro de diseño es el suelo de la ciudad, por el momento se han identificado los tipos de suelo público destinados al tránsito peatonal y al de tráfico rodado. Las zonas de influencia peatonal provocan que el protobloque busque el suelo y entre en contacto con él, generando puntos de acceso a una nueva vía peatonal que circula por la cubierta.
El suelo destinado a tráfico rodado perfora los volúmenes para permitir continuidad en el tránsito.