El Reino de Granada era un mosaico de razas y religiones. Árabes, sirios, bereberes, muladíes, mozárabes judios e incluso negros. Los árabes y sirios eran los descendientes de los primeros conquistadores del siglo VIII. En cuanto a los bereberes, estos no dejaron de llegar desde la creación de Al-Ándalus. Los muladíes componían un grupo más complejo, pero que podemos simplificar definiéndolo como
el conjunto de familias hispanogodas que se convirtieron al Islam en su momento. Respecto a los mozárabes no parece que fueran ya muy numerosos. Tras los progroms de 1391( persecución de judíos) muchos judíos se refugiaron en el reino nazarita; su presencia era notable en las ciudades. La población negra estaba compuesta por los esclavos y sus descendientes. Cabría añadir un número importante de comerciantes extranjeros y de mudéjares en tránsito, así como los helches, cristianos islamizados integrados en el ejercito nazarí.
La aristocracia la conformaban las estirpes Arabes y sirias junto a las familias aristocráticas hispanogodas muladíes.
“No hay espacio desolado ni yermo hasta el mismo límite donde las abejas tienen sus colmenas” (Ibn-Jatib)