PINTURA RENACENTISTA SEVILLANA
El arte renacentista nace en Florencia (Italia) a principio del siglo XV con dos períodos artísticos el Quattrocento y el Cinquecento. Es a partir de esta base cuando se difundirá por el resto de Europa, llegando a centros culturales importantes como la ciudad hispalense de Sevilla.
Como base para este arte encontramos una vuelta a las formas de la cultura clásica y a la aplicación de una nueva técnica, la perspectiva. Además de incorporar nuevas temáticas y formas como el retrato, el desnudo, la naturaleza y el paisaje. Todo ello junto la consideración del artista, que pasa de ser anónimo a ser conocido y renombrado.
Nosotros nos centraremos en el arte sevillano y en cómo se desarrolló durante el renacimiento, lo haremos a través de 3 ejemplos en concreto: La escuela sevillana de pintura y dos pintores representativos Alejo Fernández y Francisco Pacheco.
-La escuela sevillana
Los comienzos de esta escuela se remontan a la Baja Edad Media y se desarrolla durante todo el renacimiento. Con nombres como el de Juan Sánchez de Castro, el llamado “patriarca de la pintura sevillana” y Juan Núñez son solo algunos de los que estuvieron en este grupo de formación del arte sevillano. A partir de ellos se conformará todo un circulo de artistas que irán aportando su grano de arena al conjunto cultura de Sevilla. Sus técnicas y formas irán abriendo camino a nuevos estilos dentro del renacimiento.
-Alejo Fernández (1475-1545)
Fue un pintor de origen alemán con formación flamenca que trabajo entre Córdoba y Sevilla, además de un destacado miembro de la Escuela sevillana de pintura. Al estar curtido en el estilo hispano-flamenco supe como encauzarlo hacia el suyo propio. Aplicándole matices de la pintura renacentista italiana que había aprendido en las escuelas del norte como Lombardía y Umbría, además de añadirle su estudio de estampas que circulaban por toda España (en especial las del alemán Martin Schongauer) Alejo conservará una línea propia de estilo a pesar de verse influenciado por otras tendencias y artistas. La temática mas utilizada será la religiosa,en concreto la mariana. Tendrá múltiples representaciones de la virgen y de escenas concretas como la anunciación.
-Francisco Pacheco (1564-1644)
Fue un pintor y maestro con trazos principalmente manieristas y tratadistas. Fue conocido por ser uno de los maestros de Velázquez y posteriormente ser su suegro. Pacheco se caracteriza por tener una obra con corte académico e influencia del arte italiano y flamenco del momento. Siguió las obras de los grandes referentes que admiraba, como Rafael, Miguel Ángel y Alberto Durero. Además de tratar con pintores como el Greco, Vicente Carducho o Diego Valentín Díaz. Destaco por sus obras hagiográficas (la vida e historia de los santos) y por sus escritos sobre tendencias, escuelas y artistas. Explico puntualmente ciertas técnicas pictóricas como por ejemplo las normas sobre la policromía de las esculturas.
Junto estos comienzos y estos referentes se irán conformando el siguiente paso hacia un estilo cada vez más elaborado y trabajado, llevándonos de esta manera al barroco.
PINTURA BARROCA SEVILLANA
El arte barroco se expandió progresivamente por toda Europa desde su centro cultural, Roma. Surge como reacción al mundo equilibrado y sereno que era el renacimiento, dominado por la sobriedad y el orden. Dando para a todo el contrario, lo dramático, lo teatral y exuberante. Esta contraposición dará como resultado técnicas como el claroscuro o tenebrismo, la perspectiva ilusionista usada para dar profundidad en paredes y techos, la experimentación de los sentimientos en el retrato o el estudio de las naturalezas muertos como el bodegón.
La pintura sevillana del barroco se incluye en el barroco del Siglo de Oro hispano, con aparición de grandes figuras del arte como Velázquez, Murillo o Valdés Real, en los cuales nos centraremos para poder ejemplificar esta etapa:
-Diego Velázquez (1599-1660)
La Sevilla en la que se formó era una ciudad abierta al Imperio y con monopolio y comercio con América. Estos hechos son decisivos para sus obras pues se verá influenciado por la propia época.
Fue una de los mas grandes exponentes de la pintura española y en general creador de su estilo propio difícil de clasificar. Sus primeros años los paso en Sevilla formándose en el taller de Francisco Herrera el viejo y más tarde con el maestro y suegro Pacheco. Se desarrollo en el estilo naturalista con luces tenebristas de influencias de Caravaggio hasta que se marcha a Madrid para terminar siendo el pintor de cámara de Felipe IV.
Gracias a Pacheco aprenderá varias técnicas y manejo de la pintura y todo lo que conforma ese mundo. Le dará las bases para crecer y llegar a ser el gran pintor que conocemos hoy en día, el cual esta lejos de sus comienzos.
–Murillo (1617-1682)
Fue una de las personalidades destacadas en la escuela sevillana, con grandes discípulos a sus espaldas y seguidores que llevaran su influencia más allá del siglo XVIII.
Por tanto, formó parte de ese foco sevillano de finales del Barroco junto a otras personalidades como Valdés Leal. Fue conocido por sus redondeces en las figuras y su caracterización dulce de los personajes. Sus obras más destacadas son la gran producción de vírgenes puras y delicadas. Retratadas de formas sencilla y envueltas con gusto en ropajes a juego con su sentimiento mostrado en el rostro. Su estilo quedará dividido en 3 fases el estilo frío, el cálido y el vaporoso.Aunque su producción evolucionará por su uso de los colores brillantes,superposiciones vaporosas. Pasará de pintar temas de corte tenebrista con los barrios pobres sevillanos hasta las mencionadas inmaculadas de los últimos años.
-Juan de Valdés Leal (1622-1690)
Junto a Murillo fue otro gran representante del barroco español. Su formación y obra ocurrió entre Córdoba y Sevilla, como muchos tantos otros debidos a la peste. Valdés posee un estilo totalmente barroco con tendencia tenebrista. Se decanta por lo dramático, macabro y grotesco. Se interesa más por la expresión del personaje y en como representar ese sentimiento. Es por ello que también tiene una buena interpretación del movimiento con un dibujo contundente y colorido junto a una dramática iluminación que le da el toque final a sus obras.