Tras haber, durante veinte años, entonado el himno de la escuela liberal de Chicago y de sus “social killers”, los medios celebran hoy el regreso de Keynes. De una crisis a otra, algunas de sus constataciones desengañadas siguen siendo, en efecto, de una turbadora actualidad: “El dacadente capitalismo internacional, pero individualista, en manos del cual nos hemos encontrado tras la guerra, no es un éxito. No es inteligente, ni bello, ni justo, ni virtuoso, y no cumple sus promesas. En definitiva, nos disgusta y empezamos a despreciarlo. Pero cuando nos preguntamos por qué reemplazarlo, nos quedamos tremendamente perplejos”.
Daniel Bensaïd.