Tomás López Galindo

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RELIGIÓN

enero 6th, 2013

El papel de la religión de Tomás López Galindo en su ideología y, por tanto, en sus escritos es muy importante debido a la enorme fuerza de sus convicciones.

Galindo era profundamente católico, cosa que heredó de su entorno familiar. El autor provenía de una familia de clase media alta, pequeñoburguesa, que contaba con buenos recursos económicos y con una larga tradición de devoción religiosa, cristiana, y católica.

Como ya he dicho, Galindo admiraba el arte y la literatura del periodo barroco por su gran carga de simbología religiosa y por su forma dramática y pesimista de ver la vida terrenal, como un mero trámite hacia la vida verdadera, la vida junto a Dios, la ultraterrena. Galindo creía que esta forma de ver el mundo y la literatura era la propia de la nación española, y que parte importante de su declive histórico se debía a la pérdida de este ideal religioso.

Fue principalmente gracias a estas ideas, más que a sus opiniones políticas, que Galindo pudo verse favorecido por la victoria franquista en la guerra civil y que pudiera ingresar como abogado en la Audiencia Nacional, pero sin embargo, por culpa de eso la obra de este autor se ha visto en innumerables ocasiones degradada como mera propaganda a favor del régimen.

Hay que decir que estas críticas, aunque no estén del todo infundadas, no hacen justicia con la obra de un escritor cuya profundidad espiritual sorprendió al propio Miguel Hernández, y que le permitió acompañar a una de las más brillantes generaciones de escritores en nuestro país.

RELACIÓN CON MIGUEL HERNÁNDEZ

enero 3rd, 2013

Otro de los grandes escritores que compartieron quinta con Tomás López Galindo fue, quizá el más reconocido en la actualidad, el poeta Miguel Hernández. Miguel y él se conocieron de jóvenes, ya que compartieron sitio en varias redacciones de revistas culturales y literarias. A pesar de sus grandes diferencias ideológicas mantuvieron una buena amistad y siempre se intercambiaron sus respectivas opiniones de forma cordial y amigable.

Sin embargo, cuando comenzó la Guerra Civil se vieron distanciados a los polos opuestos. Miguel Hernández se quedó en Orihuela junto con el Bando Republicano, compartiendo con él causa y lucha. Por el contrario, Galindo se marchó a la zona nacional alejándose de lo que llamaba “barbarie roja”.

Durante el tiempo que duró el conflicto no mantuvieron ninguna conversación ni volvieron a saber nada el uno del otro. Pero cuando la guerra finalizó Galindo pasó a formar parte del Tribunal Supremo, mientras que Miguel Hernández fue juzgado por traición. A pesar de esto Tomás siempre defendió a su compañero y destacó la enorme calidad literaria del poeta delante de los otros miembros del tribunal.

Él mismo contó la impresión que tenía del joven poeta en el diario Elche: “Miguel Hernández se hizo rojo porque le dio la gana, no por las influencias de Neruda y otros amigos suyos de izquierdas. Miguel se fue concienciando poco a poco de las enormes desigualdades sociales existentes en su época. Me parece ofensivo para la memoria de Miguel reducir su militancia a una cuestión de falta de personalidad. Miguel era impresionable e impulsivo, pero no tonto. Tenía una férrea personalidad”.

DURANTE LA GUERRA CIVIL

enero 3rd, 2013

Galindo tuvo la desgracia de vivir durante los difíciles tiempos de la Guerra Civil Española (1936-1939), a la cual llamó siempre “la guerra incivil”, debido a las enormes barbaridades que presenció y que le cambiaron para siempre la perspectiva de España y de la vida en general.

Para un hombre de letras y de estudios como era él, la guerra resultaba ser algo aterrador, por lo que desde su comienzo tuvo deseos de huir y de evitar a toda costa las tragedias que en su país se estaban dando.

Sin embargo, esto no significa que se mantuviera neutral y ajeno al conflicto, ya que, debido a sus ideas políticas y religiosas, desde el principio se sintió más identificado con el Bando Sublevado, pues defendía la concepción de estado totalitario y confesional al que él se aproximaba. Aún así, pronto se percataría de que la barbarie estaba presente por doquier y que ninguno de los dos bandos se libraba de ella.

Así lo cuenta él en una entrevista realizada para el diario Elche en 1989: “De la guerra “incivil” tengo un concepto distinto del que tienen los demás. Aquello fue terrible. Yo me fui huyendo de aquella sinrazón y cometí la cobardía de dejar en Orihuela a mi mujer y a mi hija porque me entró mucho miedo. Mataron a mi amigo don Paco Die. Me fui con el alcalde de Orihuela, Isidoro. Llegué a la zona nacional indignado de la ferocidad de los rojos. Me sentía a salvo. Pero allí me encontré con un periodista oriolano que me contó las atrocidades que se cometían en la zona nacional y me informó de la muerte de Federico García Lorca. No me lo podía creer. Después de la guerra “incivil” di con mis huesos en el Tribunal Supremo, era yo de la Comisión de Cargos. Un amigo mío y amigo de Miguel Hernández entonces –después dejó de serlo- me llamó desde Orihuela para decirme que Miguel Hernández estaba detenido en Madrid. Yo no pude creerlo”.

De esta forma se observa el enfrentamiento interno que tuvo tomás durante el conflicto bélico, por una parte su ideología le aproximaba al bando sublevado, pero por otra era testigo de como este detenía y liquidaba a la mayoría de intelectuales, amigos suyos, que se le oponían.

IDEOLOGÍA

enero 2nd, 2013

Tomás López Galindo participó en varias ocasiones en la revista “Acción”.  El semanario era órgano del partido Acción Popular de Gil Robles en Orihuela. Pese a haber podido consultar sólo dos números de esta publicación, se puede seguir su ideología a través de la editorial del nº2 (portada), donde se dice que este semanario promete ‘defender un programa, cuyo contenido creemos encarna el sentir unánime de la opinión española ‘Dios y Patria’ (…) Defendemos un programa que puntualiza (…) la directriz de una política salvadora, intachable, sin personalismos, de la que esperamos el resurgir glorioso de un programa moral y económico en nuestra Patria, vejada tantas veces de una manera brutal, despiadada, inhumana (…) por aquellos que se presentaron predicando el bien y que en verdad solo les guiaba el medro personal o alcanzar el poder, para desde él, realizar actos vergonzosos e inconfesables’.

En este párrafo se observa claramente la orientación ideológica de esta publicación, que llegó a ser el medio de expresión oficial de la derechista CEDA.

Mucho se ha debatido sobre la verdadera ideología de Galindo y de otros compañeros suyos tales como el ilustre Ramón Sijé, del cual comentó que había estado “reaccionando –intelectual y sentimentalmente- frente a las viejas novísimas tendencia contra el Estado, aceptó sincera, auténtica y honradamente, las teorías del Estado totalitario”.

Tomás era fuertemente católico, participó en la línea literaria propia de los años 20 que honraba las glorias y las perdidas del antiguo Imperio Español, el cual se relacionaba con el sentimiento religioso que había habido en España durante esos años y con la decadencia que la iglesia había tenido  durante los siglos posteriores.

También mantuvo conexión con los falangistas, con los cuales se le ha venido relacionando muchas veces.