RELACIÓN CON MIGUEL HERNÁNDEZ

Otro de los grandes escritores que compartieron quinta con Tomás López Galindo fue, quizá el más reconocido en la actualidad, el poeta Miguel Hernández. Miguel y él se conocieron de jóvenes, ya que compartieron sitio en varias redacciones de revistas culturales y literarias. A pesar de sus grandes diferencias ideológicas mantuvieron una buena amistad y siempre se intercambiaron sus respectivas opiniones de forma cordial y amigable.

Sin embargo, cuando comenzó la Guerra Civil se vieron distanciados a los polos opuestos. Miguel Hernández se quedó en Orihuela junto con el Bando Republicano, compartiendo con él causa y lucha. Por el contrario, Galindo se marchó a la zona nacional alejándose de lo que llamaba “barbarie roja”.

Durante el tiempo que duró el conflicto no mantuvieron ninguna conversación ni volvieron a saber nada el uno del otro. Pero cuando la guerra finalizó Galindo pasó a formar parte del Tribunal Supremo, mientras que Miguel Hernández fue juzgado por traición. A pesar de esto Tomás siempre defendió a su compañero y destacó la enorme calidad literaria del poeta delante de los otros miembros del tribunal.

Él mismo contó la impresión que tenía del joven poeta en el diario Elche: “Miguel Hernández se hizo rojo porque le dio la gana, no por las influencias de Neruda y otros amigos suyos de izquierdas. Miguel se fue concienciando poco a poco de las enormes desigualdades sociales existentes en su época. Me parece ofensivo para la memoria de Miguel reducir su militancia a una cuestión de falta de personalidad. Miguel era impresionable e impulsivo, pero no tonto. Tenía una férrea personalidad”.


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