La sustitución de [θ] por [f] que realiza Blanca (5;10) en castellano fue señalada también por Locke (1980) para los niños ingleses. Para explicar este fenómeno hay que contemplar, en el caso de Blanca, tres factores: a) el ambiental, es decir, para Blanca la lengua habitual en el colegio y en casa es el catalán, y en catalán no hay [θ]; b) aspectos perceptivos, esto es, la dificultad –señalada por varios autores– que suponen las frecuencias altas de las estridentes; y c) las hipotéticas dificultades articulatorios, o fisiomotrices, que afectan a la producción lingüística, que se incrementan, en el caso de Blanca, en el contexto catalán-español, pues, en principio, el uso del gesto articulatorio es menor que el que tendría un monolingüe castellanohablante. Blanca, desde luego, percibe las diferencias entre [θ] y [f] cuando son pronunciadas por un adulto, incluso, en ocasiones produce un sonido intermedio entre la labiodental y la interdental. La categoría se presenta, pues, en construcción.