Si pensamos en el EC como un enfoque centrado en el significado y el MVT como un método centrado en la forma (pues busca principalmente solucionar problemas de pronunciación concretos), ¿es posible hacer compatibles ambos métodos? ¿es posible crear actividades comunicativas que tengan detrás las propuestas del MVT?
Mi reflexión es la siguiente:
Después de haber leído vuestros comentarios sobre la integración del método verbo tonal desde una perspectiva comunicativa; he pensado en la posibilidad de tratar el tema de la entonación y el ritmo de la enseñanza del ELE a través del uso de medios audio visuales para que así; los alumnos aprendan aspectos tan fundamentales como los fenómenos prosódicos (entonación, ritmo, acentuación); y que a su vez aprendan la diversidad cultural y variaciones fonéticas de otros países.
De esta manera, utilizando el método SGAV se puede contextualizar la clase de fonética dentro de una perspectiva cultural y comunicativa donde el alumno analizaría tanto la forma como el significado a través de un material real y cercano a sus necesidades. Por ejemplo: Vídeos reales sobre un bazar de comida o presentaciones individuales con hablantes de diferentes países…
Hola:
veo que Amparo está muy inquieta con el tema de la integración MVT con el EC. Aunque no sé mucho del MVT no acaba de disgustarme la cita que recoge Amparo del PCIC: el aprendizaje de la pronunciación requiere cierta atención a la forma; quizás lo que hay que pensar es si realmente el EC rehúye la atención a la forma, o más bien rehúye la concentración exclusiva en la forma. Muchas actividades del EC pretenden desencadenar la reflexión gramatical, inducir a tomar conciencia de la forma de algo. No veo por qué las actividades de pronunciación no podría pasar por ahí. Se puede hacer una actividad de pronunciación que parta de la forma, se centre en la práctica de la forma y concluya en la forma, o se puede hacer una actividad que parta de la negociación del significado y acabe en una reflexión sobre la forma. No lo acabo de ver totalmente incompatible con el EC. Pensad en juego, como p. ej. un bingo en que se tuvieran que cantar determinado números (o incluso palabras, expresiones) que interesen por su forma.
Un saludo,
Marta A.
¿Podría ver algunas de esas actividades? Sobre lo de inventarme una, lo intenté una vez y me sentí incapaz…
Yo también pienso últimamente que hay que seguir el EC de forma flexible. De hecho, creo que con la pronunciación hay que hacer cualquier cosa que funcione, porque parece ser (por lo que dicen muchos expertos e incluso el PCIC) que sigue siendo una especie de asignatura pendiente, así que no se pueden rechazar métodos o procedimientos concretos simplemente porque no se adapten a enfoques generales más o menos aceptados. Igual el problema es ese: los enfoques son generales, pero la pronunciación es un terreno bastante particular.
Muchas gracias,
Amparo
Estimada Amparo: Creo que el Enfoque Comunicativo (EF) es más o menos eficaz dependiendo de los casos y de los objetivos del profesor. Es baladí debatir sobre si es más importante la forma o la función a la hora de enseñar una LE. Las dos son importantes, obviamente. No obstante, las necesidades de un principiante y las de un alumno con nivel avanzado son muy distintas. En el caso de la pronunciación, la forma es fundamental, pero no es lo mismo enseñar la entonación (las curvas básicas, etc.) a principiantes que necesitan acostumbrarse a oír una nueva manera de entonar, que enseñar la [r] a estudiantes francófonos que no logran librarse de su ‘r’ uvular. En la clases que doy en el Máster de Alicante, los alumnos tienen que hacer ejercicios que combinen lo comunicativo y lo verbo-tonal, y consiguen algunos resultados. Quizás los ejercicios y actividades que proponen son más verbo-tonales que comunicativos, si es que pensamos en la dicotomía forma-función, pero siguen siendo comunicativos en el sentido de que potencian la contextualización de lo que se practica en una ambiente lúdico y creativo. No me parece tan complicado crear una actividad “comunicativa” en la que juguemos con la frase “Iré a Riga con Enrique” y con otras variantes. De hecho, te animo a que la hagas y la cuelgues en el blog para que la comentemos. Con respecto a si la pronunciación se separa del resto de los componentes de la lengua en la forma en que debe ser enseñada, quizás sí. Pronunciación es forma, forma significativa, pero forma. En los niveles más avanzados, y atendiendo a problemas muy concretos, es necesario no sólo oír, sino repetir, y esto afecta a la forma exclusivamente. ¿Y pasa algo? No seamos más papistas que el Papa. Saludos, Xose Padilla
Buenas a todos, ahí va otra pregunta larga (lo siento):
He leído el artículo titulado “El lugar de la pronunciación en la clase de E/LE”, pero sigo sin comprender cómo puede integrarse el MVT dentro de una clase que siga el enfoque comunicativo.
Para poder utilizar algunos recursos propios del MVT (como la fonética combinatoria, el recurso de la tensión, etc.) supongo que es casi imprescindible introducir segmentos descontextualizados. Por ejemplo, un artículo de Llisterri proponía que para situar la “r” entre vocales anteriores deben decirse frases como “Iré a Riga con Enrique” y supongo que es muy difícil integrar oraciones de este estilo (u otras que tengas las características fonéticas adecuadas) en una actividad comunicativa, ¿no?
He consultado algunos manuales que siguen el enfoque comunicativo o por tareas (por ejemplo, “Gente”) y, más allá de una descripción del abecedario, no dedican apartados específicos a la pronunciación. Creo que esto puede deberse a que desde el enfoque comunicativo se propone un aprendizaje centrado en el significado, no en la forma.
Sin embargo, sobre el debate forma-significado, el PCIC dice lo siguiente: “el debate existente en el campo de la enseñanza de lenguas acerca del grado mayor o menor de atención que se le debe dedicar a la forma (frente al contenido o la función) tiene una cierta razón de ser si nos referimos al componente estrictamente gramatical de la lengua (morfología, sintaxis…), pero deja de tenerla si estamos hablando de la pronunciación, porque en este campo la atención a la forma es simplemente imprescindible”.
¿Qué opináis sobre esto? ¿La pronunciación debe tratarse de forma distinta a todo lo demás? ¿Es necesario dejar de lado (aunque sea relativamente o por momentos) algunos principios del enfoque comunictivo para enseñarla de manera eficaz?
Muchas gracias,
Amparo