La evolución del código kinésico

Aunque pocos lo sepan (o recuerden), el primero en hablar de gestos de forma científica fue el gran naturalista británico Charles Darwin, el autor de El origen de las especies (http://en.wikipedia.org/wiki/On_the_Origin_of_Species). Como afirmaba Darwin (1872), vivimos en un mundo de gestos invisibles. El código lingüístico y el kinésico se superponen cuando hablamos, por tanto, sólo atendemos a los gestos cuando son especialmente manifiestos (por ejemplo, cuando alguien cierra el puño y levanta su dedo corazón de forma desafiante). Los gestos, por supuesto, también se aprenden. Joanna produjo sonidos y gestos simultáneos que comunicaban peticiones hace bastante tiempo. Al [iii] o [aaa] acompañaban un gesto con el dedo o la mano. Los primeros gestos son de dos tipos: comunicativos e indicativos. Es decir, unos comunican voluntariamente, como el gesto de la mano para pedir; y otros nos informan de cosas, por ejemplo, frotarse los ojos significa ‘tengo sueño’, pero tienes que intuirlo tú. En estos momentos los gestos de Joanna son mucho más complejos y evolucionados que los primeros gestos. A los gestos emocionales típicos (alegría –risa, sonrisa-, tristeza, llanto, etc.) se suman otros con valor pragmático: ‘movimiento a izquierda y derecha de la cabeza’ que vale por ‘no’; ‘movimiento de la cabeza de arriba abajo’ que equivale a ‘sí’; ‘movimiento de izquierda a derecha de la mano’ que vale por ‘adiós’; ‘arrugar la nariz’ que es una especie de broma que hace cuando le dicen ‘haz una cara fea’; ‘dedo índice horizontal’ que vale por ‘dame eso’ o ‘quiero eso’; ‘sonrisa pícara’ que vale por ‘¡lo he conseguido!’; etc. El primer lenguaje es en realidad una amalgama de gestos, sonidos y entonación al que poco a poco vamos sumando el código de las palabras. Si estáis interesados en los gestos, podéis leer: ‘La comunicación no verbal’ (Padilla, X.A.,2007, en http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/areas.asp?id_area=15)

Nueva explosión del lenguaje a los 16 meses

Joanneta con 16 meses está pasando por la fase del ‘sí’ [ti] y el ‘no’. Especialmente, el ‘no’. Ha descubierto que el ‘no’ es una forma de hacer valer su voluntad y personalidad –ya de por sí bien definida- y lo usa a todas horas. La mayor parte de veces lo usa con el valor pragmático adecuado y otras como un juego lingüístico-fonético más (el juego de articular). El ‘no’ es acompañado –cómo no- con el movimiento de cabeza correspondiente. A veces se pone seria y mueve la cabeza a izquierda y derecha; y otras, sobre todo cuando bromea, sonríe mientras dice ‘no, no, no’ y mueve la cabeza con un movimiento un poco alocado. Con respecto a su léxico, podríamos decir que se ha producido un cambio en la combinación de los dos códigos que maneja. Además del suyo propio (todavía incomprensible) y el de los adultos (formado por palabras claras y muy definidas fonéticamente: ‘papá’, ‘tete’, ‘mamá’, ‘iaia’, etc.), ha añadido un tercero: el de palabras que imitan el código adulto pero cuyo resultado fonético es una deformación variable. Me refiero con esto a decir ‘titi’ en lugar de ‘Xiqui’; [‘apo] en lugar de ‘guapo’, [‘nãna] por ‘Joanna’, [‘wueli] por ‘abueli’, etc. Este código se diferencia del código-adulto en que no tiene formas permanentes. Es decir, mientras ‘mamá’ o ‘tete’ se producen siempre igual; en el tercer código, ‘guapa’ puede producirse como [‘ata], [‘wapa], etc. Otro elemento lingüístico interesante y novedosos es el uso de holofrases. Hace tiempo que Joanna utiliza ‘papá’ para significar ‘papá dame algo’, ‘aquí está papá’, etc. Pero ahora su sintaxis ha dado un paso más en su desarrollo. Usa ‘papá am’ ([am] es la forma genérica para la comida o para tengo hambre) para decir que tiene hambre o para pedir comida y ‘mamá pipi’ para significar que ‘mamá está haciendo pipi’, porque ha visto que ha entrado en el cuarto de baño. Ver todos estos cambios en vivo y en directo y reseñarlos aquí es una experiencia inigualable.

Ortografía y fonética

La publicación de la última ortografía de la RAE (2010) ha despertado un inusitado interés en especialistas, escritores, medios de comunicación y lectores en general. La primera polémica surgió con el nombre de una letra: la ‘y griega’, ahora llamada ‘ye’. Los usuarios españoles de la ortografía reaccionaron tan virulentamente con el cambio de nombre que la RAE decidió desandar el camino y matizar el supuesto cambio afirmando que la RAE sólo aconseja; nada más lejano de su ánimo que hacer valer dictatoriales imposiciones. Amainada la polémica inicial sobre la ‘y griega’, le tocó el turno a las tildes, a los diptongos y a otras decisiones (algunas felices y otras menos) que la RAE decidió incluir en la ortografía recién publicada. Javier Marías, escritor y miembro de la RAE, ha dedicado varios artículos al asunto (algunos de ellos, lamentablemente, llenos de horrendas imprecisiones); Salvador Gutiérrez Ordóñez, catedrático de lingüística, y miembro también de la RAE, defendió y justificó algunas de las decisiones tomadas con sabiduría en otro artículo. Otros muchos periodistas, intelectuales, profesores y usuarios diversos de la lengua han expresado públicamente su punto de vista. La ortografía española ha sido habitualmente una especie de consenso entre la tradición (etimológica o no) y la lógica fonética (o fonémica). La última ortografía de la RAE, además, pretende ser un intento de incluir también un tercer factor: la atención a la diversidad dialectal. Con tantos factores en juego es normal que todo ello chirríe de vez en cuando y que las soluciones propuestas no gusten a todos. En realidad, aunque la RAE no lo confiese abiertamente, está luchando o previniendo supuestas fuerzas centrífugas. ¿Existen realmente? Yo creo que no. Ni el spanglish es un problema real. Lo que echo en falta, sobre todo en el público en general, es voces a favor de los cambios radicales. Vivimos en una sociedad dormida… Por ejemplo: acabar con los dobletes gráficos (ge-, je-, be-, ve-), con la ‘h’, etc. (el burro i la baka juegan en el berde kanpo de noce kon su amigo el alkón paziente). Nadie parece acordarse del sabio maestro Korreas, porque casi nadie lo ha leído. Si los fonetistas tuviesen un poco más de voz en la reforma ortográfica, o en la RAE misma, quizás los resultados hubiesen sido distintos. Quizás, más cercanos al espíritu de la primera reforma de Alfonso X el sabio. La Academia, sin embargo, vuelve a hacer oídos sordos a la lógica fonética. Vuelve a un consenso conservador y a veces un poco trasnochado. Tanto es así que lejos de valorar realmente la disciplina fonética decide saltarse a la ligera sus aportaciones e, incluso, inventa una forma nueva de utilizar los fonemas. Esgrime en su defensa justificaciones divulgativas. Sinceramente, no veo qué ventaja tiene llamar al fonema velar fricativo sordo /X/, fonema /j/. ¿Es tan difícil explicarlo y usar las cosas bien? Yo lo he hecho con estudiantes de todo tipo (españoles y extranjeros) y no es una complicación en absoluto. Es como si en un libro de texto de primaria, para facilitar que los niños aprendan el sistema periódico, cambiasen símbolo del potasio ‘K’ por ‘po’. ¿Van a ser tan torpes los usuarios de la nueva ortografía? Que alguien nos lo aclare.

Los orígenes de la humanidad y los sonidos clic (lenguas Khoisan)

Noticia interesante en EL PAÍS sobre los orígenes del hombre y, consecuentemente, sobre los orígenes del lenguaje:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Adan/Eva/entendian/besos/elpepisoc/20110313elpepisoc_1/Tes

Aquí la versión más científica:

clics y orígenes de la humanidad
Si alguien está interesado en los sonidos clics, aquí tiene un ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=c246fZ-7z1w

Sentido del humor (15 meses)

Ayer Joanneta dio la primera muestra de sentido del humor. Me explico. No es que antes no riera, sonriera, etc., etc., sino que por primera vez gastó una especie de broma. Es muy habitual ahora que Joanneta berree y proteste por todo (en realidad, lágrimas de cocodrilo), así que yo (que ya no hago caso de muchos de estos berrinches) la imité e hice uno de sus frecuentes ‘ah, ah’. Ella se dio cuenta de que en realidad la estaba imitando para jugar y repitió el ‘ah, ah’ y se rió. El humor y la ironía se vehiculan muchas veces como juegos lingüísticos, para llevarlos a cabo es necesario reflexionar metalingüísticamente. Algo parecido es lo que Joanneta hizo ayer. Por lo que al lenguaje en general se refiere, Joanneta está en una fase de gran imitación. Repite lo que le decimos (algo parecido, claro está), eso sí, cuando le apetece. Aunque hace tiempo que reconoce imágenes, su precisión es cada vez mayor. Cuando en la tele sale Sponge Bob, repite [‘papi], que viene a ser ‘Patrick’, su personaje preferido. A su madre y a mí nos reconoce en fotos, pero suele emplear ‘tete’ de forma genérica para fotos de niños o incluso de ella misma. Mirarse al espejo le llama la atención. Imagino que ella sabe que la imagen es ella, pero no lo sé seguro.

Nuevos gestos y campos semánticos

Que Joanneta tiene una personalidad clara y definida desde casi nada más nacer lo sabe todo aquel que la conozca y la haya mirado a los ojos. Ahora bien, cada día lo demuestra con cada cosa que hace: con sus gestos, con sus sonrisas, con sus enfados, con su forma de andar… Su gusto por imitar gestos la ha conducido a matizar su sonrisa. Ahora la acompaña de un breve gemido (parecido a ‘ay’) y de un abrir y cerrar de ojos. A veces incluso se muerde un poco la lengua. Lo ha aprendido de nosotros, claro está, pero lo usa cuando le place y sabiendo que con ello nos va a agradar. Hoy ha añadido una nueva palabra a su lexicón [‘wapo], [‘bapo] (<guapo). Ya sólo le falta añadir 'papá' para hacerme feliz. Sigue siendo un poco torpona al andar, pero mejora día a día. Al parecer los niños que no gatean son menos ágiles al andar porque tienen los músculos de la cadera menos desarrollados. La comprensión auditiva es increíble. Oye 'goset' (perrito en catalán) e imita el sonido del perro; oye 'tortilla' y pronuncia [am, am] que significa 'comer'. Ni que decir tiene lo que ello significa desde el punto de vista de la organización de su léxico y de los campos semánticos que lo componen. Puede decirse que ya hay pequeños campos semánticos en su lexicón. El principal, obviamente, está relacionado con la comida.

Guarderías y colegios bilingües

Cuando uno de repente se estrena en esto de ser padre empieza a preocuparse por cosas que hasta ese momento le parecían distantes e incluso aburridas. Una de esas preocupaciones es la de la guardería y el colegio al que llevar a tu hijo, en este caso, mi hija. Su madre y yo somos partidarios de la crianza natural y, de momento, la criamos en casa; pero el tiempo pasa y el día de llevarla a eso que hoy se llama “escuela infantil” se acerca. Buscando y visitando guarderías, una de las cosas que me ha llamado la atención es la poca oferta que hay de guarderías bilingües. Muchas guarderías anuncian clases en inglés, pero, al final, no pasa de una o dos horas (como mucho) en las que una cuidadora hace sus pinitos como profesora de inglés. ¿A nadie se le ha ocurrido hacer una guardería bilingüe? Estoy por montarla yo. Ya sé que la educación bilingüe no asegura personas bilingües, pero la razón principal es que la lengua en los colegios bilingües es una lengua instrumental y no una lengua de uso. No sirve de nada (o de casi nada) llevar a un niño a un colegio bilingüe si el colegio es el único contacto que tiene con la lengua. Los niños hablan español o catalán en el patio y entre ellos, y sólo si la profesora les obliga usan un precario inglés. La guardería podría ser una solución. El aprendizaje bilingüe debe empezar desde la edad más temprana. Los niños deben relacionarse entre ellos en inglés. Prefiero llevar a mi hija a un play-group en Baby-deli un día a la semana con niños angloparlantes que gastarme 600€ al mes en un colegio donde el niño aprenda -si lo aprende- un inglés instrumental.

El sentido del olfato

Joanneta ha comenzado a oler de forma activa, es decir, hace movimientos con la nariz y se acerca a oler cosas. No significa esto que antes no oliese, obviamente, sino que ahora es capaz de decidir cuándo hacerlo activamente. Su vocabulario suma dos nuevas entradas: ‘pipi y ‘y’astá’ (< ya está).

Jugando con sus palabras

Joanneta ha parecido descubrir el juego de usar las palabras que sabe para construir frases; aunque carezcan de sentido. Le gusta, por ejemplo, decir: ‘papá, mamá, tete’ o ‘iaia, iaia, papá’. Es como si supiese que las palabras sirven, además de para señalar cosas o personas, para construir oraciones, y juega con ellas a hacerlas.

A los 15 meses

El léxico de Joanna a los 15 meses es el siguiente: ‘mamá y mami’, ‘papá y papi’, ‘tete’, ‘iaia’ (abuela en catalán), ‘Pepe’ (de pollo Pepe), [amm] (comida, <ñam, yummy), [wo’wo] (perro, gato <guau), [meme] (me gusta, lo quiero), [‘aβi] (<David), [‘aβa, ba’βa, ‘baβa] (<aigua), ‘caca’. 11 palabras. Su comprensión del léxico es, por supuesto, mucho mayor. Entiende órdenes, alabanzas y otro tipo de comunicaciones sencillas. Todo ello me recuerda las técnicas y teorías del método de enseñanza de LE: Total Physical Response (de Asher). El léxico de su código inventado es riquísimo y difícil de reseñar. Este código mezcla palabras del código adulto con palabras inventadas y eso es una novedad si echamos la vista atrás. Antes sólo eran palabras inventadas. Con respecto a los gestos destacan: adiós y hola, señalar lo que quiere, aplaudir, sonreír, reír, etc., etc. Es capaz de seguir el ritmo de una canción moviendo la cabeza, el tronco y las piernas. También imita una especie de carrera descontrolada que hace su primo de 9 meses cuando lo acercas al suelo, pero ella de pie. Sigue jugando al ‘cucu-ta’, pero sus juegos favoritos son: coger cosas y dártelas; poner y quitar cosas de sitio o que le pidas un juguete por su nombre cuando está en la cuna y te lo dé. Puede estar mucho tiempo haciendo esto. Le siguen volviendo loca los botones y todo lo que se pueda tocar con tal de que sea pequeño o haga ruido. Su deseo de comunicarse verbalmente y de imitar los sonidos de las conversaciones de los adultos es constante. No ha dejado, sin embargo, de hacer sonidos monosilábicos, similares a los de los primeros meses, para pedir cosas o llamar la atención. Últimamente, además, hace un sonido insoportable (parecido al de una hiena) para pedir cosas cuando está enfadada y no consigue lo que quiere. Anda perfectamente aunque a veces pierde el equilibrio.