Twitter le dice lo que hará la Bolsa

El país: 17-12-2014

Los mercados no son racionales. O al menos hay fases en las que su comportamiento obedece a más factores que los puramente económicos. Es ahí donde entra en juego el factor humano, los estados de ánimo de las personas que operan en Bolsa y que afectan al precio de los activos. En este sentido, las redes sociales se han convertido en un instrumento muy útil para medir el sentimiento de los inversores. Un estudio de Raúl Gómez, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, demuestra que los mensajes de Twitter tienen influencia sobre la cotización del valor que comentan en un 69% de los valores estudiados.

“Las personas tienen sentimientos, no son máquinas. En los días donde son más optimistas hay más tolerancia al riesgo y viceversa”, explica Gómez. “Las conclusiones a las que hemos llegado son que cuantos más tweets se envíen con un sentimiento definido, bien negativo o positivo, mayor será la rentabilidad en esa sesión del valor que mencionen”. Los valores más sensibles a los comentarios en esta red social, según el estudio, son Red Eléctrica, Dia, Ebro Foods y Viscofán. Donde menos correlación se percibe es en Caixabank, BBVA o Banco Santander.

El estudio analiza el comportamiento de los valores del Ibex 35 durante un periodo de seis meses (desde junio a noviembre de 2013) y para medir el sentimiento de los inversores relativo a cada una de las compañías del índice se utilizó la aplicación Stockbuzz de BBVA. Esta herramienta capta las opiniones que los usuarios de Twitter emiten sobre los valores del Ibex, las califica como positivas, negativas o neutras y les asigna una puntuación en función de criterios como la relevancia (número de seguidores) del usuario que publica los tweets. Con esta información, Stockbuzz elabora a diario gráficos y datos sobre el estado de ánimo de los inversores.

“El sentimiento del inversor es más fuerte en los momentos de caídas”, dice Raúl Gómez, autor del estudio

En los últimos años han surgido diferentes investigaciones de economía emocional que presentan a las redes sociales como oráculos de la Bolsa. Un estudio de Warwick Business School (Reino Unido) establece que una estrategia de inversión basada en el flujo de consultas en Wikipedia de las compañías del Dow Jones hubiera genera una rentabilidad mayor que la del mercado. Los investigadores de University College London y Boston University establecieron un patrón similar con las búsquedas de conceptos financieros en Google según el cual en los momentos previos a una crisis bursátil se dispara la demanda de datos. “Las redes sociales son una herramienta que no conviene desperdiciar. Hasta ahora las decisiones de inversión se basaban en el análisis fundamental o en el análisis técnico. ¿Por qué no apoyarse también en el sentimiento del inversor para reforzar nuestra estrategia?”, indica Gómez.

El trabajo de este profesor ha recibido el premio a la mejor investigación en mercados financieros auspiciado por Bolsas y Mercados Españoles (BME). Su próximo reto es aplicar los resultados de la investigación en el mercado real con la creación de un club de inversión con los miembros de su departamento que preparan el doctorado. Eso sí, serían inversores bajistas. “Los diferentes estudios sobre redes sociales y Bolsa muestran que el sentimiento del inversor es mucho más fuerte en las fases de caída de las cotizaciones. La gente reacciona antes cuando hay miedo que en momentos normales o de euforia. En nuestro club usaríamos el estado de ánimo que transmite twitter para ponernos cortos en las compañías mediante derivados o contratos por diferencias”, concluye Gómez.

Prestar atención a los sentimientos no es cuestión baladí. John Maynard Keynes ya lo dijo mucho antes de la llegada de Twitter: “El mercado puede comportarse de manera irracional por un periodo más largo que usted solvente”.

La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual puede costar siete millones de euros a la Universidad

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eldiario.es

La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) que acaba de aprobar el Gobierno le puede costar a la Universidad española entre siete y ocho millones de euros al año. La modificación de esta norma aboca a la creación de un canon por el que las universidades, públicas y privadas, tendrán que pagar a CEDRO, la SGAE de los libros, cinco euros al año por cada uno de los aproximadamente millón y medio de alumnos que tienen por el uso de materiales académicos en los campos virtuales (manuales y textos universitarios). Y esto mientras ven cada año cómo sus presupuestos caen un poco más. ¿Quién acabará pagando el canon?

“Es un contrasentido”, lamenta Antoni Gonzàlez Senmartí, representante de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) para la LPI. “Por copia privada no hay que pagar un canon porque los asumen los Presupuestos Generales del Estado [es uno de los cambios que trae la reforma] pero si es para la docencia o la investigación, sí hay que pagarlo”, afirma. Aunque la ley no incluye explícitamente un canon, “en la práctica las universidades deberán abonarlo por la teórica utilización de unas obras y autores”, explica.

“Y todo por publicar objetos bajo Creative Commons. Un disparate”, añade Javier de la Cueva, abogado especialista en el tema, en una entrevista en la web Gizmondo.

CEDRO, la beneficiaria de los pagos, cree que era necesaria esta regulación para “asegurar el acceso legal a copias de revistas y libros”, según fuentes de la entidad, que niegan de entrada que sea un canon, sino “una limitación al derecho de propiedad intelectual”. Pero lo ven insuficiente: “No se ha previsto este sistema para el resto de niveles de enseñanza reglada, tal y como solicitaba nuestra entidad”, se lee en un comunicado de su web. Que paguen colegios e institutos también, en otras palabras.

La medida ha pasado algo desapercibida en la reforma de la LPI que ha realizado el Ministerio de Educación de la LPI, oculta por el mayor ruido que han generado la llamada tasa Google o el cambio en el método por el que se compensa a los autores por copia privada, que asume el Gobierno. Pero para las universidades va a suponer un importante agujero, máxime cuando han sufrido una caída del 5% en sus presupuestos en los últimos años.

http://www.eldiario.es/sociedad/Ley-Propiedad-Intelectual-millones-Universidad_0_320568057.html

Informática contra la corrupción

Como introducción decir que nosotros como informáticos y potenciales CIO’s vemos que la tendencia de las grandes organizaciones es que tengan en sus genes la TI, y se imponga el gobierno de las TI, es decir que los CIO’s participen desde un primer momento en las juntas directivas y que los pilares de la organización sean tecnológicos.

Por otro lado es de todos sabidos los recientes casos de corrupción que abordan nuestro país sin embargo vemos que pocas veces se detecta a tiempo y después toca tomar medidas correctivas con todo lo que eso conlleva, perdida de los fondo, prescripción del delito…

Sin embargo las soluciones no son triviales, ¿Cómo los directivos detectan a tiempo cuando se defrauda en su organización? ¿El CEO podría mirar a nosotros para que resolvamos este problema?

Una vez planteado el problema, no creo que la solución sea quedarnos de brazos cruzados o sin respuestas, creo que es en este momento cuando se debe reflexionar y plantear el problema antes de que ocurra.

Yo planteo una solución que sería buscar  kpi’s que detectaran cuando una organización esta corrupta. Si comprendemos que nuestra organización esta completamente automatizada se puede controlar cifras sospechosas tanto en nuestros recursos (humanos y materiales) como en las cifras económicas, alertando a nuestra organización de un uso indebido.

Cambiando de tema pero usando la informática contra la corrupción, planteo la siguiente cuestión no menos importante, el origen de la corrupción puede darse en la educación y concretando se tiende en la sociedad actual a ver a la figura de los ganadores a los que más dinero y poder tienen, independientemente del nivel cultural que tengan.

Los videojuegos se convierte en herramientas educativas, que los niños manejan, y cuyo resultado es siempre el mismo, gana quien más dinero tiene y el que mas construye (Sim City), o el que más gente mata (Carmageddon), sin embargo no encontramos un juego o es difícil encontrar uno cuyo aliciente sea el que más bienestar social produce.