La Muralla y su recorrido.
La ciudad en el siglo XVI, siglo de vital importancia para el crecimiento urbano y de índole arquitectónica, la ampliación de su casco urbano, lo que conllevará una reestructuración de su urbanismo. Un primer elemento administrativo de la ciudad es la construcción de la muralla. En 1557 se mejoraron las murallas de la ciudad, las alargaron con la finalidad de hacer más seguro el espacio interno a estas. La muralla comenzaba su recorrido en la puerta al noreste de la ciudad, en el sector donde acababan las casas del viejo recinto musulmán de la Villavieja. Esta puerta llamada del Portal Nou, daba salida a la huerta de la Condomina y la playa, y también al antiguo conventos de Agustinos. El Portal Nou estaba defendido por dos torres, del Esperó y la de San Sebastián y de estas salía el muro dirección hacia la playa que iba paralela al mar y que se encontraba con dos torres más, llamadas Nuestra señora de Monserrate. Otro portal conocido como el del Muelle, con acceso al puerto donde se entraba y salía la mercancía portuaria. La muralla continuaba su recorrido hasta las calles San Fernando y la Rambla uniéndose a dos torres edificadas en 1536 sustituyendo a las del siglo XIII. Entre ambas torres se habría en la muralla un portal conocido posteriormente como el portal de Elche. Continuaba su recorrido por la zona de la actual Rambla de Méndez Núñez hasta llegar al torreón de San Francisco. Tras este torreón continuaba su camino hacia el noroeste interrumpiendo otro portal el de la Huerta de Sueca, flanqueado por el torreón de San Antonio y por un baluarte, llamado de la Ampolla, donde existía una torre que sirvió de armero de la ciudad. Ya en el Benacantil la muralla se dirigía hacia el noroeste del Cerro, y se unía por una tapia a un fortín llamado popularmente Mig Armut.