En la foto se observa una placa situada en la fachada del Convento de las Monjas de Sangre que da a la calle San Agustín y en la que se puede leer el propio nombre del convento.
La construcción del Convento de las Monjas de Sangre comenzó en 1725, pero nunca se terminó. Solo se construyó una de sus alas que es la que podemos observar actualmente en la Calle San Agustín. Acceder al convento no nos es posible puesto que es de clausura, pero si podemos ir todos los días a partir de las seis de la tarde a la capilla de oración que abren para rezar el rosario.
El interior del convento se organiza alrededor de un patio claustral de planta cuadrada. El exterior está todo decorado por sillería cuadrada y en la puerta principal podemos observar pilastras planas con elementos decorativos vegetales y de rocalla de trazado rococó, además de dos escudos de armas. Todo esto se remata con una torrecilla en la parte superior del edificio.
Es una pena que no se terminara puesto que ya por si sola ese ala, de lo que iba a ser el edificio original, es de gran belleza.
También es destacable decir que en la puerta que da a la calle San Agustín podemos encontrar un portero automático protegido con un pequeño rejado, supongo que para que no se moleste a las monjas en su clausura.
Calle de las Monjas 1, Alicante.
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