Historia

CONTEXTO HISTÓRICO EN ALMANSA SIGLO XX

Configuración de una ciudad industrial

El contexto histórico que rodea los años del 1939-1940, estará afectada por la guerra civil y la posguerra, provocaron la quiebra de diferentes empresas, una de ellas fue la fábrica de Calzados Coloma, que destacaba en el sector del Calzado, dando empleo a 1.000 trabajadores. La ciudad apenas creció entre los años 1935-1960, sufriendo grandes pérdidas de población que obedecen a los efectos de la guerra provocando la emigración hacia otros centros de calzado como Elda, Elche y Vall d`Uxo.

Fabrica Colomas Almansa 001

Almansa 001

La vida política durante la posguerra

El ayuntamiento fue poco representativo, con escasa iniciativa  en el campo socioeconómico y se limitó a plantear peticiones y sugerencias. El personal político almanseño no planteo problemas relevantes al Régimen.

Las remodelaciones de los gestores se hicieron casi siempre acogiéndose al diseño de administración local franquista que fielmente aplicaron los gobernadores civiles.

Las prácticas electorales eran caciquiles: Se practicaba la manipulación y falta de libertades propias de un régimen dictatorial. Se persiguió la liquidación de la democracia republicana mediante una dura represión. Produciéndose en todos los rincones del país asistido por un aparato legal de administración de la violencia sin fisuras, con la promesa del nuevo Jefe de estado que solo se iban a juzgar los delitos de sangre. En Almansa las muertes violentas entre 1939-1950 fueron 168, según el registro Civil, los libros de Cementerios y la Causa General.

Tribunales militares, el decreto de 31 de Agosto de 1936 de la Junta de Defensa Nacional sobre jurisdicción y justicia militar establece que la norma en las actuaciones castrense sea la rapidez, por ello y con el fin de evitar distraer del servicio de armas a los jefes, oficiales y clases de tropas en la tramitación de dichos procedimientos serán instruidas todas las causas por los trámites del juicio sumarísimo. Habitualmente los tribunales militares estaban compuestos por siete personas, un presidente, tres vocales, el ponente, el fiscal y el defensor que habitualmente conocía los sumarios horas antes de empezar la vista.

El lugar en el que se produjeron las muertes, se repite particularmente en tres ocasiones: paraje San Blas en 87 ocasiones, Cárcel de las Agustinas en 9 y las tapias del cementerio en otras 12.

Los problemas económicos.

Los presupuestos municipales se estancaron: los gastos en obras públicas fueron insuficientes en los años 1939-1940. Las partidas dedicadas a la enseñanza, beneficencia, asistencia social y los gastos en obras públicas fueron insuficientes. La población soporto el hambre, explotación en el trabajo, el paro y la represión de forma sistemática. Las condiciones fueron más duras en el campo, los salarios reales disminuyeron mucho más que de los obreros industriales. De esta forma, la familia del obrero agrícola llego a niveles de indigencia desconocidos.

Moneda Almanseña 001

Se realiza la búsqueda de alimentos en el mercado negro, a pesar de que los precios fueron abusivos,  los pequeños comerciantes y consumidores descubiertos, eran detenidos y multados mientras los grandes especuladores pasaban desapercibidos.

En la Cooperativa de los Coloma parte del sueldo se daba con monedas acuñadas en Almansa, cuyo valor era el de un pan.

Moneda_Almansa_001

La administración sanitaria fue insuficiente

La administración sanitaria de la posguerra no combatió con energía las enfermedades infecciosas tales como tracoma, tifus, tuberculosis, etc. No hubo una política eficaz de prevención de las enfermedades endémicas, el escaso presupuesto y la deficiente infraestructura para evitar el contagio. La asistencia sanitaria o la benéfica a pesar de las deficiencias presupuestarias, fueron una vía propicia para mostrar la faceta paternalista mediante la cual suavizar la autoritaria gestión política.

La Iglesia estaba omnipresente en la vida cotidiana

La omnipresencia de la iglesia en la vida cotidiana fue fundamental para orientar los comportamientos privados hacia una moral presidida por la autocensura. No obstante a la ocasión y programada por quien fuese, la fiesta religiosa o cívica fue un refugio necesario para que los ciudadanos olvidaran las penalidades de la década más oscura de su historia.

Durante el primer año de la posguerra abundaron las celebraciones públicas de carácter religioso, casi todas presentadas por el poder local como actos de desagravio.

Hubo especial preocupación por quedar bien con la iglesia, por eso el poder civil vigiló el cumplimiento del descanso festivo. Se esbozó un panel de objetivos que consistía básicamente en fomentar la asistencia al templo, la resurrección de las fiestas religiosas y el saneamiento de la moralidad de costumbres, la sobreestimación de la vida campesina, construyendo casas, escuelas e iglesia y tendidos de líneas eléctricas, para convertir en alegre la vida en el campo, sin ese carácter lóbrego que quita todo atractivo al campo español.

Actuaba la censura

Una de las características de la época en este sentido fue el afán de una uniformidad cultural y por tanto la intolerancia de toda manifestación creativa que no se ajustara a la oficial. En una sociedad vigilada, como lo fue la almanseña durante los primeros lustros de la dictadura, la implacable censura oficial sólo permitía la circulación de publicaciones producidas por las instituciones falangistas o por las religiosas.

Tampoco existió en Almansa una política cultural municipal

La actividad cultural del Ayuntamiento estuvo asociada fundamentalmente a la enseñanza y a la alfabetización, aunque sus esfuerzos fueron más retóricos que eficaces. En ocasiones a lo único que se aspiraba era a establecer un sistema de disciplina. En 1939 se inauguró una biblioteca popular.

El hito más importante en aquel periodo fue la escuela de Artes y Oficios que sobre todo con el entusiasmo de sus profesores desempeñó un notable esfuerzo de formación cultural en contraste con el páramo general comentado.

En la posguerra, las fiestas eran esperadas con entusiasmo: bailes…

En la cultura agraria de la España de posguerra, las fiestas anuales eran esperadas con gran entusiasmo. Los días grandes de verdad coincidían con aquellos en que se daban corridas de toros, la actividad lúdica por excelencia. Una de las formas de diversión más arraigadas seguía siendo el baile. El carnaval fue reprimido en todo el Estado aunque siempre se utilizaron subterfugios para poder celebrarlo.

El cine y el fútbol contribuían al desahogo en una década dominada por la penuria y la represión

El cine era el espectáculo más frecuentado cada semana. No eran muchas las distracciones pero menos aún los lugares cerrados donde las parejas de extracción media o baja podían intercambiar sus manifestaciones amorosas, a pesar de ser coartadas también por orden gubernativa. Qué lejos quedaba la permisividad y libertad con la que se había actuado en los años treinta. Los encuentros de fútbol contribuían al desahogo, tan necesario para la expansión humana en una década dominada por la penuria y la represión.

La posguerra en Almansa fue, por tanto, en muchos instantes y sobre todo en su primera Etapa, una cuestión de supervivencia, de sobrevivir uno y los suyos. Con o sin cartilla de racionamiento, mercado negro o estraperlo, el pan y algo de ropa era lo esencial.

Corporaciones Municipales 1939-1940

Última Corporación Municipal Republicana, Destituida el 29 de Marzo de 1939:

  • Alcalde-Presidente, D. José Hernández de la Asunción
  • Consejero, D. Joaquín Hernández
  • Consejero, D. Enrique Jiménez
  • Consejero, D. Pascual Villar
  • Consejero, D. Sebastián Bonete
  • Consejero, D. Rafael González
  • Consejero, D. Luis Domenech
  • Consejero, D. José Vizcaíno
  • Consejero, D. José Ballesteros
  • Consejero, D. Juan Cuenca
  • Consejero, D. Francisco Miguel
  • Consejero, D. Antonio Sánchez
  • Consejero, D. Antonio Vizcaíno
  • Consejero, D. Miguel Abellán
  • Consejero, D. Ricardo Toledo
  • Consejero, D. Manuel Madrona

Comisión Gestora, Nombrada el 31 de Marzo de 1939:

  • Alcalde-Presidente, D. José Rodríguez Ruano
  • Primer Teniente de alcalde, D. Antonio Díaz Ruano
  • Segundo Teniente de alcalde, D. Pascual Parra Boró
  • Tercer Teniente de alcalde, D. José Mancebo Segarra
  • Cuarto Teniente de alcalde, D. Martín López Sánchez
  • Síndico, D. Luís Encina Ruíz de Alarcón
  • Síndico suplente D. Antonio de Ves Arráez

Nombramiento de Nuevo Alcalde-Presidente el 6 de Mayo de 1939:

  • Alcalde-Presidente, D. José Mancebo Segarra
  • No existe constancia de cambios en el resto de la Corporación Municipal.

Corporación Municipal, 11 de Junio de 1940:

  • Alcalde-Presidente, D. Luis Jover Ayala
  • Primer Teniente de alcalde, D. Julián López Ruano
  • Segundo Teniente de alcalde, D. Luis de la Encina y Ruiz de Alarcón
  • Tercer Teniente de alcalde, D. Miguel Cuenca Trichant
  • Cuarto Teniente de alcalde, D. Francisco Sáez Villaescusa
  • Síndico, D. José López Yuste
  • Síndico suplente, D. Matías Ferrer Torrente
  • Gestores, D. Francisco Prieto Jiménez
  • Gestores, D. Luis de Teresa Rovira
  • Gestores, D. Pascual Parra Cuenca
  • Gestores, D. Sebastián Cuenca Andrés
  • Gestores, D. Jesús Díaz González
  • Gestores, D. Emilio Ruano Milán

Bibliografía: Jornadas de Estudios Locales Nº7 Almansa mayo 2008/Almansa siglo XX, II república, Guerra Civil y Represión/Jesús Gómez Cortes. Actas, Archivo Municipal de Almansa.

 

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