Según José Luis Pelegri, coordiandor del proyecto memoria oceanica del clima, os reproducimos el extraordinario papel que tienen los océanos como reguladores del clima en que vivimos:
1) Prácticamente toda el agua del planeta se encuentra en los océanos, así pues los océanos tienen una profundidad media de 3800 metros, el hielo en la Antártida equivale a 76 metros de agua, en los lagos y el subsuelo tenemos 23 metros y en la atmósfera apenas 3 centímetros. Las épocas relativamente cálidas como la que vivimos ahora, llamadas interglaciales, se repiten aproximadamente cada 100.000 años; durante estas épocas se derrite gran cantidad de hielo continental y el nivel del mar sube del orden de 100 m, cubriendo las regiones de acumulación de sedimentos que se convierten entonces en plataformas continentales. Esto es lo que ocurrió hace unos 12 o 14 mil años.
2) Los 2 o 3 metros más superficiales de los océanos contienen tanto calor como toda la atmósfera. Es decir, el calor necesario para aumentar la temperatura de la atmósfera en 1ºC es el mismo que se necesitaría para calentar en 1ºC los 2 o 3 primeros metros de los océanos. Se estima que cerca de la mitad del calor ocasionado por la quema de combustibles fósiles (como el carbón o el petrólo) se ha ido a los océanos, de ahí que el clima de la tierra no haya todavía experimentado cambios dramáticos.
3) Con ese aumento de apenas 1ºC de temperatura en 3 m de agua podemos evaporar 4 mm de agua, o derretir 30 mm de hielo, que supone una sexta parte del agua que ya hay en la atmósfera. De ahí viene que en épocas cálidas la pluviosidad en el planeta aumenta, de hecho las predicciones indican que la precipitación se verá incrementado por el calentamiento de origen antropogénico (causado por el hombre). Lo que ocurre es que el aumento de pluviosidad no es parejo: en las zonas tropicales la pluviosidad aumentará mucho mientras que en las zonas templadas (como en España) esta se reducirá.
4) El océano no solo almacena mucho mas calor que la atmósfera. También tiene mucho mayor contenido de otras propiedades necesarias para la vida, como son los nutrientes y el carbono. Así pues el océano tiene unas 700 veces mas carbono inorgánico que la atmósfera. El incremento en las emisiones de CO2 ha ocasionado que la concentración del carbono atmosférico prácticamente se ha doblado desde la revolución industrial, incrementando el efecto invernadero y contribuyendo al calentamiento del planeta. Sin embargo, el aumento no es tan notable como podría ser puesto que cerca de la mitad de estas emisiones de carbono antropogénicas han ido a los océanos. Esto, sin embargo, trae la acidificación de las aguas, con una muy probable disminución de la biodiversidad marina.
5) El tiempo medio que una partícula de agua pasa en la atmósfera (antes de volver a la tierra o al océano) es de alrededor de una semana, mientras que en el océano superior (alrededor de los 1000 m más superficiales) es de unos 10 años y en el océano profundo es cercano a 1000 años. Las aguas profundas llegan a la superficie de los océanos con la memoria del clima terrestre de hace centenares de años, de modo que continuamente tratan de resetear el sistema a una condición inicial. Lo que ocurre es que el ser humano se ha convertido en un forzamiento tan grande que ahora ya tiene la capacidad real de alterar ese resetao y, con ello, el clima del planeta.
Los océanos son los responsables del clima en que vivimos, son los verdaderos termostatos del sistema terrestre. Pero, a pesar de su inmensa capacidad reguladora, el efecto antropogénico se manifiesta de tal forma que vamos hacia un punto de no retorno en el que el clima de la tierra va a variar. Todos tenemos en nuestras manos la capacidad de aminorar este efecto, cada pequeño gesto cuenta!!!
Fuente: Blog Hesperia