En los residuos electrónicos (como móviles, ordenadores, televisores…) hay algunos metales muy valiosos y escasos.
En un solo teléfono pueden ser unos pocos miligramos, pero cuando se juntan muchos la historia cambia. En concreto, de 50.000 móviles (cerca de 3,5 toneladas de estos aparatos sin batería), se pueden sacar aproximadamente
- unos 350 kilos de cobre,
- unos 400 gramos de paladio,
- unos diez kilos de plata o un kilo de oro.
Un kilo de oro esstá valorado en más de 40.000 euros. ¿Dónde se recuperan este tipo de materiales de los residuos electrónicos? Hay empresas de reciclaje españolas que separan los metales principales (acero, aluminio, hierro…), una cuestión en principio resuelta, pero no extraen estos otros aún más escasos. Si se analiza la composición de un teléfono móvil, se puede encontrar aluminio, plástico, silicio, pero también cobre, plomo, níquel y, en una proporción menor, oro, plata, paladio. Esto no es todo, quedan otros metales en cantidades todavía más pequeñas.
De las baterías de níquel-hidruro metálico se recupera el níquel y de las de litio-ion, el cobalto.
Hay otro grupo de metales de los residuos electrónicos que tampoco se recuperan hoy en día: las llamadas tierras raras. Las tierras raras comprenden metales como el itrio y los denominados lantánidos: lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. A veces, también se incluye el escandio.
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