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La reforma de la iglesia

A la vuelta a Ginebra Calvino no logra todo lo que quiere, por ejemplo, no se celebra la Santa Cena todas las semanas. Más bien rige la costumbre de Berna donde se comulga cada tres meses. También surgen conflictos en otras áreas. Calvino quiere ampliar la disciplina eclesiástica y practicarla. Según él, el consistorio debe tener la posibilidad de citar, interrogar y en caso dado sancionar – hasta excomulgar – a aquellos miembros de la comunidad a los que considera haber cometido infracciones contra la doctrina o la moral. El Consejo de la ciudad rechaza esta idea porque teme la implementación de tribunales paralelos a la jurisdicción oficial del gobierno. Después de algunas vueltas, Calvino logra imponerse; primero con concesiones, pero en 1555 consigue lo que quiere.
Hoy día tenemos problemas con esto de la “disciplina eclesiástica“, porque parece limitar los derechos del individuo. Pero no es ésta la intención de Calvino. Él piensa que una comunidad cristiana tiene que velar por la conducta de sus miembros, y que frente a situaciones serias cabe preguntarse si los infractores realmente pueden seguir perteneciendo a la comunidad. En este punto, Calvino encuentra apoyo y orientación por Mateo 18, donde se habla de cómo tratar las faltas de los miembros de la comunidad.
La pregunta de la disciplina eclesiástica es el punto más conflictivo en relación con el Consejo de Ginebra. Sin embargo, más importante dentro del Orden Eclesiástica es la dirección de la comunidad misma. Aquí, el orden cuádruple de Calvino ha marcado el camino de la iglesia reformada, vale decir, un régimen que se divide en cuatro cargos: pastores, profesores, presbíteros y diáconos.

a. Los pastores tienen que predicar y enseñar, administrar los sacramentos (Bautismo y Santa Cena) y visitar a los enfermos. Una vez a la semana se reúne el convento de pastores de la ciudad y sus alrededores, interpreta la Biblia en comunidad y se evalua mutuamente.
b. Los profesores tienen la tarea de “enseñarles a los fieles la doctrina de la salvación“. En el sentido estricto, esto significa interpretar el Antiguo y Nuevo Testamento. Ya que “para que esta enseñanza dé frutos”, se requieren conocimientos de idiomas y una formación general, la tarea de los profesores también incluye estas materias.
c. Cada año, los distintos consejos de la ciudad eligen a doce presbíteros. En conjunto con seis pastores (elegidos por sus pares) forman el consistorio. El consistorio cuida la Ley Eclesiástica dentro de la comunidad. Los miembros del consistorio deben “advertir amablemente a los que ven fallar o vivir en condiciones desordenadas“. Por lo tanto, el consistorio se preocupan por la conducta de la comunidad, la participación en los cultos y la doctrina. Si constata desconsideración o abuso, tiene que advertir los miembros primero amistosamente. Si esto no basta, puede excomunicarlos o denunciarlos ante los tribunales laicos. Las dos cosas ocurren muy raramente. Lo que más preocupa al consistorio es mediar en conflictos, muchas veces entre marido y mujer. Las reuniones semanales son los jueves. La Ley Eclesiástica define el espíritu del consistorio con las siguientes palabras: “Todo esto debe ser siempre tan moderado que no haya lugar para una rigidez aplastante, y las advertencias sólo tienen el fin de guiar a los pecadores hacia nuestro Señor.“ El consistorio no debe intervenir en el área del poder laico ni en el trabajo de los tribunales de la jurisdicción oficial.
d. Los diáconos tienen dos tareas: el apoyo a los pobres y la preocupación por los enfermos. La primera consiste en conseguir limosnas y distribuírlas entre los necesitados; aquí también entra la alimentación de los pobres. La segunda tarea concierne a la organización de los hospitales y de los albergues para forasteros. Los pobres son atendidos en forma gratuita, y para los niños hay un profesor que trabaja dentro del hospital. (Todas las citas son tomadas de la Ley Eclesiástica).

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Como llego a Ginebra

Luego de la publicación de la Institución, en la primavera de 1536, Calvino hizo una corta visita a la corte de Ferrara, en Italia. Su estadía fue corta y seguida por una breve visita a Francia, para arreglar sus asuntos particulares y de allí seguir a Basilea y Estrasburgo, donde había pensado establecer su domicilio. Estrasburgo, pensaba él, sería un lugar adecuado para volver a estudiar y escribir, lo que creía ser su vocación. Pensaba que su mayor aportación a la nueva fe protestante, sería sus escritos y libros, con los cuales los creyentes pudieran aprender y ser fortalecidos. En su viaje a Estrasburgo, Calvino tuvo que desviarse de su ruta, para evitar los peligros de la guerra que tenía lugar en toda el área del camino hacia Estrasburgo. Fue así que llegó a Ginebra, y pidió alojamiento por una noche con la intención de proseguir su camino hacia Estrasburgo.

 

Una vez allí, Guillermo Farel, líder protestante que junto a un grupo de misioneros procendentes de Berna, se encontraban al frente de la vida religisosa de toda la ciudad, convenció a Calvino de que era la voluntad de Dios para él que estableciera la norma evangélica en Ginebra.

Finalmente, el argumento había hecho efecto, y Calvino determinó permanecer en la ciudad. Los próximos dos años Calvino trabajó en esta importante ciudad. Comenzó muy modestamente su obra, actuando como profesor de Biblia, y un año más tarde fue nombrado para formar parte del grupo de los predicadores. Sin embargo, ejercía gran influencia sobre Farel. Juntos trataron de hacer de Ginebra una comunidad ideal, organizada de forma tal que la Iglesia y el estado cooperasen en armonía. En 1537 presentaron al Pequeño Concilio de Ginebra una serie de artículos relativos a la reforma, de la pluma de Calvino. Se proponía la celebración mensual de la Cena del Señor, pero las caídas morales y el descuido de los servicios divinos sin excusa, producían la exclusión de la participación de la Cena. Una segunda iniciativa fue enseñar la doctrina evangélica a los niños, y con este fin Calvino compuso un catecismo. La tercera iniciativa fue la imposición de un credo a cada ciudadano.

 

El propósito principal de toda esta obra reformadora en Ginebra, era requerir la obediencia total a los principios y doctrinas evangélicas. Pero no todos estuvieron de acuerdo en seguir el camino de reforma que Calvino y Farel habían propuesto. Luego de poco menos de dos años, ambos fueron expulsados de Ginebra por negarse a acatar lo que entendían era intervención indebida del gobierno en la esfera de la Iglesia. Su trabajo en Ginebra parecía haber terminado en un total fracaso.

 

Farel
Farel
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Las otras obras de Calvino

-Los comentarios bíblicos disponibles actualmente en español: Romanos, Hebreos, las Cartas pastorales, Sermones sobre el libro de Job y algunos fragmentos sueltos, así como los Sermones sobre la obra salvadora de Cristo.
– Los tratados teológico-prácticos: la Epístola al Cardenal Sadoleto, los Catecismos de Ginebra, la Breve instrucción, las Ordenanzas de Ginebra.
– Del Epistolario y las obras de juventud, sólo existen referencias aisladas, como es el caso del comentario a De clementia de Séneca, fechado en 1532.

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EL Desarrollo de La Institucion

La primera edición de la Institución fue publicada en Basilea para el mes de marzo de 1536. El libro, en aquel entonces, tenía tan sólo 516 páginas y era pequeño, de tal manera que cabía en los amplio bolsillos de la época, y por tanto podía circular encubiertamente en Francia. Tenía sólo seis capítulos. Los primeros cuatro hablaban sobre la ley, el Credo, el Padrenuestro y los sacramentos. Los últimos dos eran un resumen de la posición protestante frente a los “falsos sacramentos romanos,” y a la libertad cristiana.

En ediciones sucesivas, Calvino lo amplió desde seis capítulos a ochenta, completando así cuatro libros. En la última edición, la de 1559, la Institución siguió el orden del Credo Apostólico, al tratar de las verdades de la religión cristiana. Al día de hoy, la Institución está disponible en por lo menos diez idiomas.

sus 4 libros son: 1- El conocimiento de Dios. 2- El conocimiento de Dios como redentor de Cristo. 3- Participacion de la gracia de Jsucristo. 4- Las ayudas de Dios