Tras la muerte de la reina Isabel,
el cardenal Cisneros medió entre Fernando el Católico
y Felipe el Hermoso, en la Concordia de Salamanca (1505)
Tras la muerte de la reina Isabel, el cardenal Cisneros saltaría a la escena política. En 1505, hubo de mediar entre Fernando el Católico y su yerno, Felipe el Hermoso. Tras duras negociaciones, el 24 de septiembre de 1505, logró que se llegase a la Concordia de Salamanca, claramente favorable al monarca aragonés.