Portada de la Biblia Políglota (1514-1517),
realizada a instancias del cardenal Cisneros
El interés por los estudios teológicos y la enseñanza obligatoria del griego, latín y hebreo, sin descuidar los estudios del árabe y el caldeo, llevarían a la realización de la Biblia políglota, que contó, como no podía ser menos, con el mecenazgo de Cisneros.
En las labores de redacción contó con la fructífera colaboración de Pablo Coronel, Alonso de Zamora, Alonso de Alcalá, Diego López de Zúñiga, Hernán Núñez de Guzmán, Demetrio Lucas y el gran Elio Antonio de Nebrija.
La Biblia quedó constituida en seis volúmenes: los cuatro primeros dedicados al Antiguo Testamento, según los textos hebreo, griego, latino y arameo; el quinto volumen se dedicó al Nuevo Testamento en lengua griega y latina; y el sexto incluía instrumentos de trabajo diverso como un diccionario hebreo y un vocabulario latino-hebreo, entre otros materiales.