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Contexto: Carlos I y Felipe II

El contexto político-social de la vida del duque de Alba está marcado, principalmente, por el reinado de Carlos I (1519-1556) y el reinado de Felipe II (1556-1598):

Reinado de Carlos I.

Carlos I llega al poder en 1519, (cuando el duque de alba apenas tenía 12 años). El objetivo de su reinado fue dedicarse completamente a la solución de los problemas que el luteranismo había creado en Europa y en Alemania en particular, con el fin de salvar la unidad de la fe cristiana contra el embate de los turcos. Los primeros conflictos que tuvo fueron: 

– Conflictos en Castilla :

  • Por la ausencia de Carlos I en el trono, a causa de que había de estar viajando. Los ciudadanos se revelaron , aunque fueron vencidos. El tiempo en que se ausentaba Carlos I, su lugar lo ocupaban los mandatarios.

– Conflictos en Aragón :

  • Se produjo el conflicto de las Germanías . Ya que Carlos I permitió entre los artesanos la creación de milicias y cuando los nobles marcharon de Valencia a causa de la peste, los artesanos se hicieron con el poder . Y años mas tarde el ejercito acabo con este conflicto.

– Conflictos italianos con Francia : Carlos consigue defender las posesiones de Aragón en Italia y aumentarlas con la conquista del Milanesado.

– Conflictos en Alemania : Consigue ser nombrado emperador de Alemania a costa de enormes gastos y de enfrentarse a los príncipes alemanes que se suman a la Reforma luterana. Esta cuestión llevará a la abdicación de Carlos y la cesión del Imperio a Fernando de Austria.

La organización del Imperio Español en ese momento era la siguiente:

  • El imperio español se organizaba en un sistema polisinodial formado por Consejos.
  • Los Consejos estaban compuestos por personas escogidas personalmente por el Rey que, bajo la presidencia del mismo Rey o de algún representante suyo discutían sobre algún tema.
  • Los secretarios de los Consejos eran los encargados de trasladar al Rey las deliberaciones de los Consejos.

Durante su reinado, se conquistó Nueva España (México), el Imperio Incaico, la actual Colombia. Se dio la vuelta la mundo , y se sentaron las primeras bases de la soberanía española en Filipinas y las Marianas .

Las jornadas africanas organizaron dos operaciones de diferente fortuna:

– La Jornada de Túnez , en 1535, por la que se le arrebató Túnez a Barbarroja . – La Jornada de Argel , en 1541, que fracasó debido al mal tiempo.

Sucedieron en esta época algunas batallas por el reino de Navarra:

La guerra de Navarra, en la que, aprovechando la Guerra de las Comunidades (revuelta anti- señorial) de Castilla, se produjo la tercera contraofensiva de los navarros para recuperar el reino en 1521.

Batalla de Noáin . En esta ocasión, Enrique II de Navarra con apoyo del rey francés Francisco I, y con el apoyo casi unánime de los habitantes de Navarra, consiguió la recuperación en poco tiempo.

Entre Carlos I y Francisco I (Rey de Francia) siempre hubieron disputas ya que este también aspiraba a la corona Imperial. Surgieron cuatro guerras entre ellos, y al que Carlos exigía la devolución de Borgoña. Aunque finalmente España renunció a Borgoña a cambio de que Francisco I renunciara a Italia. La primera y una de las mas importantes guerras entre ambos fue la Batalla de Pavía.

Carlos I decidió actuar también con fuerza contra los protestantes. Obtuvo la victoria en la batalla de Mühlberg (1547), aunque no logró ni la unidad política ni la religiosa (su objetivo de reinado). Por este motivo comenzó a renunciar a sus posesiones, a causa de no haber cumplido su objetivo.

Carlos I deja el gobierno imperial a su hermano, el rey de romanos Fernando y la de España y las Indias a su hijo Felipe.

Reinado de Felipe II

Felipe II asumió el trono español tras la abdicación de Carlos I en 1556. Fue rey de España y de sus posesiones desde esa fecha hasta 1598.

La monarquía de Felipe II se apoyaba en un gobierno por medio de consejos y de secretarios reales y en una poderosa administración centralizada. Pero las bancarrotas, las dificultades económicas y los problemas fiscales fueron característicos durante todo su reinado.

En cuanto a política exterior, el monarca se preocupó por mantener y proteger su Imperio y una prueba de ello fueron los matrimonios que contrajo, pues se casó por primera vez con María de Portugal en 1543 y a la muerte de ésta, con María I Tudor, reina de Inglaterra, en 1554. Su tercer matrimonio fue con la francesa Isabel de Valois en 1559 y quedando de nuevo viudo sin herederos varones se casó por cuarta vez, en 1570, con su sobrina Ana de Austria quien dio a luz al que sería el sucesor al trono español, Felipe III.

Durante su reinado, Felipe II tuvo que hacer frente a numerosos conflictos externos, como ocurrió con Francia, con quien España tuvo que luchar por el control de Nápoles y el Milanesado. Ante el enorme gasto económico de esta serie de pugnas, ambos países pactaron la paz en Cateau-Cambrésis en 1559.

Las relaciones con Inglaterra y la lucha de ambos países por el control marítimo chocaron a partir de la muerte de la esposa de Felipe II, María Tudor. Hostilidad que acabó en 1588 con la derrota de la Armada Invencible capitaneada por el duque de Medina-Sidonia, comenzando así el declive del poder naval español en el Atlántico.

Tampoco pudo solucionar el conflicto político-religioso generado en los Países Bajos. Ninguno de sus gobernadores pudo mitigar la sublevación de los Estados Generales y la definitiva emancipación de Holanda, Zelanda y el resto de las Provincias Unidas.

Las principales aportaciones de su reinado fueron:

– Consiguir un gran triunfo político al conseguir la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios, al hacer valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de Tomar y completar, por tanto, la obra unificadora comenzada por los Reyes Católicos.

– Apartar a la nobleza de los asuntos de Estado, puestos que entregó a secretarios reales procedentes de clases medias.

– Dar forma definitiva al sistema de Consejos.

– Codificar leyes, realizar censos de población y riqueza económica.

– Impulsar prerrogativas a la Iglesia.

Felipe II murió el 13 de septiembre de 1598 en el monasterio de El Escorial a causa de unas fiebres tercianas.

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