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Contexto histórico

La Captura de Atahualpa por Pizarro

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Cajamarca, 16 de Noviembre de 1532

Los españoles pasaron la noche a la vista del Real de Atahualpa y en constante guardia temiendo un ataque sopresivo, sin embargo nadie los molestó. Al día siguiente, al atardecer, Atahualpa se decidió a entrar al pueblo. Precedieron al Inca unos cuatrocientos hombres, todos con vestimentas iguales, cuya misión era limpiar de piedras y pajas el camino.

Mientras tanto, Pizarro dividió sus huestes en cuatro partes que se escondieron en los edificios que rodeaban la gran plaza. En el primero esperaba agazapado Hernando Pizarro con catorce o quince jinetes, en el segundo estaba Soto con quince o dieciseis caballos, en el tercero se situaba un capitán con otros tantos soldados mientras Francisco Pizarro con veinticinco efectivos de a pie y dos o tres jinetes esperaban en un galpón. En medio de la plaza, en una fortaleza que probablemente era un usno (epecie de trono) estaba el resto de la gente con Pedro de Candia y ocho o nueve arcabuceros más un falconete.

Pedro Pizarro, al narrar los episodios de Cajamarca, señala que hasta entonces los españoles no habían luchado contra los naturales y no sabían cómo se enfrentaban en la guerra pues los acontecimientos de Tumbes y de La Puná eran meras escaramuzas. Según este cronista, el gobernador dividió su gente de a caballo en dos partes, comandadas por Hernando Pizarro y por Soto, respectivamente. Pedro de Candia y unos cuantos soldados fueron apostados en la pequeña estructura en medio de la plaza.

Lenta y pausadamente entró el Inca a la plaza después de que sus soldados la ocuparan parcialmente y se sorprendió de hallarla vacía. Al preguntar por los españoles le dijeron que de miedo permanecían escondidos en los galpones. Entonces, con mucha solemnidad, avanzó el dominico Valverde con una cruz entre las manos, acompañado por Martinillo el “lengua”, y pronunció el requerimiento formal a Atahualpa de abrazar la fe católica y servir al rey de España, al mismo tiempo que le entregaba el evangelio. El diálogo que siguió es narrado de modo distinto por todos los testigos; es posible que la tremenda angustia vivida en esos instantes impidiera recordar después las frases exactas que se cruzaron entre los diversos actores de la tragedia.

Tras el Inca, y en otras andas, era llevado el señor de Chincha. En ese momento el gobernador vaciló no sabiendo cuál de los dos era el soberano, sin embargo, ordenó a Juan Pizarro dirigirse hacia el curaca, mientras él y sus soldados avanzaron en dirección al Inca.

A una señal de Pizarro el silencio cargado de amenazas que envolvía la plaza se transformó en la más tremenda de las algaradas. Estallaron el trueno, el estampido del falconete, y retumbaron las trompetas, era el aviso para que los jinetes salieran al galope de los galpones. Sonaban los cascabeles atados a los caballos, disparaban ensordecedores los arcabuces; los gritos, alaridos y quejidos eran generales. En esa confusión los aterrados indígenas, en un esfuerzo por escapar, derribaron una pirca de la plaza y lograron huir. Tras ellos se lanzaron los jinetes, dándoles el alcance mataron a los que pudieron, otros murieron aplastados por la avalancha humana.

Mientras tanto Juan Pizarro se abalanzó en dirección del señor de Chincha y lo mató en sus mismas andas. Por su parte Francisco Pizarro con sus soldados masacraban a los indígenas que desesperadamente sostenían el anda del Inca, caían unos y eran reemplazados por otros. Al ver la situación, un español sacó un cuchillo para victimar a Atahualpa, pero Pizarro se lo impidió, saliendo herido en una mano y ordenando que nadie tocase al Inca. Por fin, los españoles asidos a un costado del anda lograron ladearla y cogieron al soberano.

Al caer la noche aquel aciago 16 de noviembre de 1532 había terminado para siempre el Tahuantinsuyu, el Sapa Inca estaba cautivo y con su prisión llegaba a su fin la autonomía del Estado indígena. Desde ese momento, cambios trascendentales transformaron el ámbito andino, cambios que no sólo afectaron a los naturales, sino que produjeron profundas consecuencias en Europa. *

Pedro Pizarro señala en su crónica que hasta el memorable día de Cajamarca, los españoles no habían combatido a los naturales fuera de unas cuantas escaramuzas en Tumbes y La Puná. En ningún momento del recorrido desde la costa hasta el real de Atahualpa habían hallado los españoles el menor estorbo; muy al contrario, en todo momento les fueron ofrecidos guías y víveres de los depósitos estatales. Atahualpa no cayó ante una guerra abierta, lo que aconteció fue una atrevida y audaz emboscada.

* La economía europea se vio afectada por el impacto del arribo de los enormes contingentes de oro peruano, y más adelante por la adaptación de la papa, tubérculo que permitió el crecimiento demográfico europeo y acabó con el hambre que periódicamente amenazaba al viejo continente cada vez que menguaban las cosechas.

Textos tomados del libro “Historia del Tahuantinsuyo”
de María Rostworowski de Diez Canseco

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La conquista de Perú

La Conquista de Perú

INTRODUCCION

1. Las armas españolas eran superiores a los indígenas. La pólvora, sin embargo, tuvo en la conquista de América un papel muy secundario. Mucho más valiosos fueron los perros y, sobre todo, los caballos.

Los españoles usaban armas tanto defensivas como ofensivas. En las armas ofensivas habían cuatro grupos de armas: Las Armas Blancas (El montante, la espada, el bracamarte, el espadín, el puñal y la daga), las Armas de Cuerda (La ballesta de Cranequín o individual y la Ballesta de Armatoste o de tres servidores), Las Armas de Fuego (El Arcabuz y el Cañón), Las Armas Enastadas (la Lanza, la Pica, la Alabaría y la Partesana).

También usaban armas defensivas: La Armadura (El Morrión, La Vicera, La Barbera, La Hombrera, La Trabilla, El Peto, La Codera, La Panzera, La Manopla, La Escarcela, La Carajera, El Quijote o musiera, La Rodillera, La Greba, El Escarpe, El Respaldar, El Brazal, El Guardaflancos, La Cota) y las Armas de Portar (La Rodela y La Adarga).

CUERPO

2.1. Las Primeras Noticias:

Las primeras noticias sobre la existencia del fabuloso reino del Birú, llegaron a oídos de los españoles asentados en Castilla de Oro desde comienzos del siglo XVI. Las autoridades de dicha gobernación Pedrarias Dávila y Pedro de los Ríos enviaron expediciones de reconocimiento al Pacífico sur a partir de la década de 1520. Entre todas ellas, sobresalieron las que realizó una sociedad compuesta por dos veteranos soldados: Diego de Almagro y Francisco Pizarro.

2.2. Los Socios Y Los Primeros Viajes:

Francisco Pizarro se asoció con Diego de Almagro y con el clérigo Hernando de Luque con la pretensión de llegar a las tierras del Perú. En el primer intento (1524) se tuvieron que volver por falta de medios. También se frustró la segunda expedición; quedó Pizarro, con otros 13 hombres. Cuando volvieron a Panamá con muestras de riqueza, el Gobernador no les prestó mucha atención y Pizarro regresó a España. El 26 de julio de 1529 negoció, en Toledo, con la Corona, el título de Gobernador. Se volvió a embarcar hacia Panamá en 1530, con sus hermanos Hernando, Gonzalo y Juan, y con su tío Francisco Martínez Alcántara. Salió de Panamá a finales del mismo año hacia Perú con 3 navíos, 180 hombres y 37 caballos.

2.3. La Captura de Atahualpa:

En Tumbes, Pizarro no encontró las facilidades que había tenido Cortés en México; no hubo regalos ni emisarios ni espontáneas muestras de amistad, pero sí halló un camino que conducía hacia la sierra. Entró en la ciudad de Cajamarca el 15 de noviembre de 1532 y, en una breve entrevista con Atahualpa, éste les instó a que le devolvieran las tierras tomadas y aplazaran la entrevista para el día siguiente. Cuando al otro día llego el Inca con su guardia personal y se empezó a impacientar, los españoles cayeron sobre ellos sin previo aviso, matándoles y apresando a Atahualpa. A Atahualpa se le acusó de traición al acuerdo, fue condenado a muerte 23 de julio de 1533, antes de morir Atahualpa se bautizo.

2.4. La Llegada Al Cuzco:

El avance fue rápido y en noviembre de 1533 el ejército español se encontró a las puertas de la capital del Tahuantinsuyo, Cuzco. La derrota y muerte de Atahualpa y el rencor de los cuzqueños hacia el Inca ejecutado permitieron que los españoles ingresaran a la ciudad sin oposición. Incluso, fueron recibidos por Manco II, quien se convirtió en Sapa Inca con el beneplácito de los recién llegados. La débil resistencia al mando del general Quisquis no pudo impedir el ascenso de Manco II ni la consolidación de la presencia española en la región.

2.5. La Rebelión del Inca Túpac Huallpa:

Pronto, Manco Inca II se dio cuenta que sólo era utilizado por los invasores para controlar a la población indígena. Ello, sumado a problemas personales con los hermanos Pizarro quienes en el fondo no respetaban su alta jerarquía, contribuyó a un cambio de actitud. Secretamente Manco inició los preparativos para salir del Cuzco e iniciar un levantamiento contra los españoles. A comienzos de 1536 estalló el alzamiento, aprovechando la partida de una expedición encabezada por Almagro hacia Chile.

2.6. La Guerra Civil entre Almagro y Pizarro:

La Gobernación de Nueva Castilla comenzaba en el norte en el pueblo de Teninpulla o Santiago y, por el sur, terminaba a las 270 leguas. De ahí hacia el sur, empezaba la Gobernación de Nueva Toledo y se extendía por 200 leguas. Diego de Almagro, gobernador de Nueva Toledo, realizó un viaje por el sur hacia Chile que duró alrededor de dos años, que comenzó el 3 de julio de 1535 y terminó en Arequipa en 1537. El viaje por Chile fue duro y penoso y, lo que puede haber sido peor, no encontró nada de valor que satisficiera sus intereses, a pesar de haber llegado hasta la altura del actual Valparaíso. A su vuelta, se entera del levantamiento de Manco Inca Yupanqui. Por un lado desalentado por los resultados de su viaje a Chile, y por otro, en la creencia que él estaba dentro de su gobernación, decide tomarlo. Y lo hace en los precisos momentos en que los españoles de esa ciudad peleaban contra las tropas de Manco Inca Yupanqui. Después del triunfo sobre los incas, toma presos a Gonzalo y a Hernando Pizarro y se proclama gobernador.

Con Hernando Pizarro se dirige a la costa hacia Lima. En su trayecto hacia allí, funda la ciudad de Chincha, con la intención de convertirla en la capital de la Gobernación de Nueva Toledo, con el nombre de Villa de Almagro. Después, esta capital sería trasladada a Sangallán.

Almagro avanzó sobre Lima por la costa y Francisco Pizarro lo alcanzo en Mala, en donde ambos conquistadores acuerdan una tregua hasta la llegada de un emisario del rey Carlos I. Otro de los acuerdos es que, mientras se resuelva el desacuerdo, Diego de Almagro seguiría siendo Gobernador del Cusco y dejaría en libertad a Gonzalo y Hernando Pizarro. En Mala, deja libre a Hernando Pizarro. Luego de los acuerdos, Diego de Almagro toma el camino del Cusco. Francisco Pizarro, antes de su retorno a Lima, ordena a Hernando Pizarro que retorne al Cusco a marchas forzadas por el camino de Huaytará, llevando tropas leales a él. Llegando al Cusco, se entera del escape de Gonzalo Pizarro, por lo que Francisco Pizarro, en este caso, había ordenado que se substituya sin dudas a Diego de Almagro. Ambos ejércitos españoles se enfrentan cerca del Cusco, el 6 de abril de 1538, en la Batalla de las Salinas. Las tropas de Almagro son derrotadas y él tomado prisionero y llevado al Cusco. Luego es juzgado y condenado a muerte por estrangulamiento. Diego de Almagro es ejecutado el 8 de julio de 1538.

Diego de Almagro tuvo un hijo del mismo nombre, con una india panameña, al que se conocía como “El Mozo”. Al enterarse de la muerte de su padre, jura venganza. Doce almagristas encabezados por Juan de Rada desarrollan una emboscada a Francisco Pizarro en Lima y lo matan el 26 de junio de 1541.

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Francisco Pizarro

Francisco Pizarro en Facebook

Además de ser un conquistador, Francisco Pizarro también es un idolo para algunas personas. Vamos a ver qué opiniones tiene la gente en facebook sobre él:

-Gran conquistador español,viva la conquista española!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Medio mundo habla español

-A true brave man! with few men conquered a whole empire! a true spaniard!

-because of this man my parents were born in Peru. XD

-Como limeño y unido mas que intrisncamente con francisco pizarro,el es el hacedor de mi pais,y el fundador de mi ciudad.

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Francisco Pizarro

La Infancia y Juventud de Pizarro

Francisco Pizarro nació en la ciudad de Trujillo de  Extremadura en 16 de marzo de 1478. Fue hijo natural de Gonzalo Pizarro y Rodrçiguez de Aguilar, un noble militar y participó en los conflitos entre la Corona de Castilla y León, y de Francisca González, la criada de la tía de Gonzalo Pizarro.

Como los otros bastardos de aquella época, Francisco tuvo una infancia pobre y difícil. Vivía y crecía en el medio de los labradores al que pertenecía su madre. No recibió educación que se deba a los jóvenes hidalgo y perteneció analfabeto toda su vida.

Hay una leyenda conocida sobre su infancia:

Abandonado en la puerta de una iglesia, el joven Francisco fue alimentado por una cerda. Luego fue reconoció por su padre y había sido empleado por pastorear cerdos de la familia. En 1493, habiendo perdido unos cerdos y temiendo ser castigado, huyó de Trujillo hacia Sevilla.

No se dispone de información sobre los primeros pasos de Francisco Pizarro en Sevilla, ni tampoco sobre sus andanzas en los años siguientes.

Un documento oficial manciona hojas de su servicio militar en Italia. Allí, el conquistador, dedicamente avaro en dealles sobre su pasado  e insensible sin duda al poder de la huella escrita, no dio tampoco ninguna indidación sobre este capítulo de su existencia. Los especialistas, y particularmente Busto Duthurburu, han logrado reconstruir estos tres años italiano (1495-1498). Según López de Gómara, Pizarro habría servido en Italia bajo las órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Pizarro se habría encontrado entonces en el sur de la península, en Calabria y en Sicilia particularmente, antes de regresar a España, siempre como simple hombre de tropa. Debía de tener veinte años.

El período que sigue, hasta los inicios de siglos XVI, es todavía más enigmático. Una exégesis un poco aventurada haría pensar que Pizarro continuó entonces durante algún tiempo en España una carrera de soldado seguramente bastante opaca, quizá aburrida, de todos modos sin perspectiva de futuro. De nuevo en Sevilla, no es para asombrarse entonces que, como muchos otros, haya soñado con America.

Bastardía, analfaberismo, relativa marginalidad social, vagabundeo militar sin perspectivas, todo convergía para hacer de Francisco Pizarro uno de los soldados anónimos de los que rebosaba ya España en vísperas de los que iba a ser su Siglo de Oro. Así que, partió hacia el Nuevo Mundo.

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Francisco Pizarro

El Asesinato de Francisco Pizarro

La ambición de riquezas y sobre todo de poder creó rivalidades entre los conquistadores Francisco Pizarro y Diego de Almagro y los lanzaron a la lucha fratricida, que con sangre y muerte levantó una barrera entre almagristas y pizarristas. La ejecución de Diego de Almagro suscitó entre los seguidores del viejo soldado que tenía muy fieles devotos, el deseo de venganza.

Los partidarios de Almagro se agruparon en torno a su hijo Diego de Almagro ‘el Mozo’. Los conjurados, bajo el mando de Juan de Rada, resolvieron la muerte del conquistador, como única forma de vengar al jefe ajusticiado.

El domingo 26 de junio de 1541 a la hora de la misa, un bullicioso grupo de 21 complotados, cruzó en forma tumultuosa la plaza de Armas y lanzando gritos contra el conquistador (¡Viva el rey! ¡Muera el tirano!), asaltaron el palacio de Pizarro ante la mirada de muchos que se encontraban en la puerta de la catedral y en la plaza, sin que nadie osara obstruirles el paso. En el palacio había en esos momentos, también 21 personas amigas de Pizarro, fuera de pajes y criados. La mayoría de los asistentes huyó cobardemente y sólo un pequeño grupo, incluido los pajes, se enfrentó a los asaltantes.

El conquistador del Perú, pese a su edad, vendió cara su vida y se defendió valientemente espada en mano. En el duelo que se trabó, Pizarro mató a un atacante, pero recibió una estocada mortal en el cuello. Además de Pizarro; murió en la lucha Martín de Alcántara su hermano materno, así como los pajes Cardona y Vargas. Quedaron heridos otros pajes, el maestresala Lozano y el capitán Francisco Chávez que olvidando su valeroso proceder de años anteriores, trató en esos momentos de entrar en tratos con los conjurados. También quedó herido un servidor llamado Juan Ortiz. De los conjurados murió Diego Narváez, de una estocada que le dio Pizarro y resultó herido Martín de Bilbao por un corte que le infirió el servidor Juan Ortiz de Zárate.La muerte de don Francisco Pizarro por don Diego de Almagro, el hijo mestizo de su antiguo aliado (pág. 412)

Así a los 65 años, murió el conquistador del Perú, gobernador de Nueva Castilla y marqués de los Atavillos don Francisco Pizarro.

Muerto Pizarro, los almagristas nombraron gobernador a Diego de Alamgro ‘el Mozo’ y se levantan contra la autoridad del enviado real, Cristóbal Vaca de Castro, que había llegado al Perú en calidad de Juez Comisionado y Gobernador del Perú.
Ambos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Chupas, muy cerca de Huamanga (Ayacucho) el 16 de septiembre de 1542, siendo derrotados los almagristas. Almagro ‘el Mozo’ pretendió refugiarse entre los rebeldes incas de Vilcabamba, pero fue capturado y ejecutado en el Cuzco.
Onieva cuenta estos luctuosos sucesos de la siguiente forma:

“Pero los partidarios de Almagro no descansaban y prepararon una emboscada contra Pizarro. El día 26 de junio de 1541 entraron sigilosamente en su casa y le acometieron con las armas.

Seguidamente los caciques se comieron los dos miembros en presencia de la pobre víctima, y aún por mofa quisieron obligarle a comer su propia carne.

Aún siguieron ensañándose con él durante tres días, siendo tales las penalidades, que no existen palabras con las cuales describirlas. A los tres días murió.”

Evidentemente se han mezclado los relatos de las muertes de Pizarro y los de Valdivia. En los libros mutilados pasan estas cosas. Señalar (del texto conservado) que la entrada de los conjurados en el palacio de Pizarro (¿los tiranicidas?) fue de todo menos sigilosa.

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Francisco Pizarro

La Fundación de Lima

El 18 de enero de 1535, Francisco Pizarro procedió a fundar la ciudad en nombre de sus megestades el emperador  Carlos V y su madre la reina Juana la loca. Impuso el naciente capital el numbre ¨la Cuidad de los Reyes¨ porque coincidió con la fecha en que los Reyes Magos se encaminaron a Belén, al igual que Pizarro y su compañeros andaban buscando el lugar para establecer la nueva capital.

Hay otro dicho de  que se elegió el numbre en honor del Carlos V y Juana la loca. Sea como sea, era el numbre oficial. Luego se adquirió el numbre Lima, que proviene del quechua Rímac, un rió rega a la ciudad.

Acta de fundación de la Ciudad de los Reyes.
Ciudad de los Reyes, 18 de enero de 1535.
Archivo del Cabildo Municipal de Lima, vitrina.

transcripcion

E después desto en el dícho pueblo de Lima lunes XVIII días del mes de henero del dícho año el dícho gobernador en presencia de mí el dícho escríuano e testigos yuso escíptos dixo que por cuanto visto el dícho pedímento a el fecho por la Juistíçía e Regímíento e vecinos de la dícha çíbdad de xauxa el proueyo a los díchos Ruí díaz e Juan tello e alonso martín de don beníto para que vinyesen como vínyeron a ver el dícho asyento e pasear el dícho cacique de líma çerca de lo qual díxeron sus paresçeres segund que todo de suso se contiene e que agora el a venydo juntamente con los señores ofíçiales de su magestad alonso Ríquelme tesorero e garçía de salcedo veedor e Rodrígo de maçuelas que fue nombrado juntamente con el dícho veedor por el dícho Regímíento para hazer lo susodicho e a vísto e paseado çiertas vezes la tierra del dícho cacique de líma y examínado el mejor sytío les paresçía e ha paresçído quel dícho asiento del dícho caçíque es el mejor e junto al Río del e contíene en sí las calidades suso díchas que se Requyeren tener los pueblos e çíbdades para que se pueblen y ennoblezcan e se perpetuen y esten bíen situados y por que conuíene al seruíçío de su magestad y bien y sustentación e población destos díchos sus Reynos e conseruaçíon y conuersíon de los caçíques e indios dellos e para que mejor e mas presto sean endustríados e Reducidos al conosçímíento de las cosas de nuestra sancta fee catholíca por lo qual en nombre de sus majestades como su gouernador y capítan general destos díchos Reynos después de auer fallado el dícho sytío con acuerdo e parecer de los díchos señores ofícíales de su magestad que presentes se hallaron e del dicho Rodrigo de maçuelas mandaua e mando quel dicho pueblo de xauxa y ansy mismo el de san gallan porque no estan en asiento conuíníente se pasasen a este dícho asiento e sytío por quanto quando el dícho pueblo de xauxa se fundo arríba en la sierra no estaua vísto para que el dícho pueblo estuuíese mejor fundado el hízo la dícha fundacíon del con adíctamento e condíçíon que se pudiese mudar en otro lugar que mas conuíníese e paresçíese e porque agora como dícho es conuíene que los dhos. pueblos se haga nueua fundacíon acordo e determíno de fenecer e hazer e fundar el dicho pueblo el qual mandaua e mando que se llame desde agora para siempre jamas la çíbdad de los Reyes el qual hizo y poblo en nombre de la Santísíma trinidad padre hijo e espíritu santo tres personas e un solo dios verdadero syn el qual ques prínçípío e críador de todas las cosas e hacedor dellas nynguna cosa que buena sea se puede hazer ní prínçípíar ni acabar ni permanecer e porque le prínçípío de cualquier pueblo e çíbdad a de ser en dios y por dios y en su nombre como dícho es conuíene príncípíallo en su yglesia començo la fundaçíon e traça de la dicha çibdad en la yglesia que puso por nombre nuestra señora de la asunçíon cuya aduocaçíon sera en la qual como gouernador e capítan general de su magestad destos dichos Reynos despues de señalado plan hizo e edífíco la dicha yglesia e puso por sus manos la prímera píedra e los prímeros maderos della y en señal e tenencia de la posesíon vel quasí que sus magestades tienen tomada en estos dichos Reynos ansy de la mar como de la tierra descubierta e por descubrir e luego Repartío los solares a los vecínos del dícho pueblo segund paresçera por la traça que de la dícha çibdad se hízo la qual espera en nuestro Señor y en su bendíta madre que sera tan grande y tan prospera quanto conuiene y la conseruara e augmentara perpetuamente de su mano pues es fecha e edífícada para su sancto seruíçío y para que nuestra sancta fee catholíca sea ensalazada abmentada e comunícada e sembrada entre estas gentes baruaras que hasta agora an estado desbíadas de su conosçímyento e verdadera doctrina e seruíçío para que la guarde e Conserue libre de los peligros de sus enemigos e de los que mal e daño le quísíesen hacer e confía en la grandeza de su magestad que siendo ynformado de la fundaçíon de la dha. çibdad confírmara e aprouara la dícha poblaçíon por mí en su Real nombre fecha e le hara muchas merçedes para que sea ennobleçída e se conserue en su seruíçío y los díchos señores gouernador e ofíçíales de su magestad lo firmaron de sus nombres y ansy mísmo el dícho Rodrígo de maçuelas testígos que fueron presentes Ruí díaz e Juan tello y Domyngo de la Presa escríuano de su magestad estantes en el dícho asyento y caçíque de lima.

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El Conquistador (poesía)

Acurrucado en la sombra,

Que el trópico le ofrece,
Reposa el conquistador,
De la lucha que merece,

Con su caballo andaluz,
Con su intrépido lebrel,
Director de la hueste,
De hispánica sed,

Hueste vasca y extremeña,
Andaluza, leonesa, castellana,
Y alguno hay que también porta,
Su barretina catalana,

También va algún negrito,
Fuerte como un roble,
Hueste de espíritu hidalgo,
Heroísmo de coraje noble,

Morrión, espada y arcabuz,
Con las picas de Flandes,
De la Florida a Nuevo México,
Antillas, Amazonas, Andes,

Arrullan las ágiles armas,
Del pendón católico y real,
Nuevo Mundo de las Indias,
Frontera de caballería medieval,

La gran cruz de Santiago,
Guía al jefe conquistador,
Parecen sus enmarañadas barbas,
Motivo de fuerza de Sansón,

El fraile, capitán espiritual,
Dale su bendición evangélica,
Exhortando al apostolado,
En la española América,

Descansa, bravo guerrero,
Reposa para retomar fuerzas,
Sangre de Hispania fecunda,
Ideal vivo de entereza,

Conquistador español,
Cristocéntrica historia,
Tu fe es para Dios,
Tus andares para la gloria.

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Contexto histórico

Guerra Civil entre Huáscar y Atahualpa

El conflicto surgido entre Huáscar y Atahualpa marca la decadencia del imperio de los incas. Al término de esto el monarca triunfante, Atahualpa, no disfrutaría mucho de su victoria pues ya los españoles pisaban territorios del Tahuantinsuyo y, posteriormente, llevarían a efecto el procesamiento del soberano iniciando con ello la conquista y dominación española en nuestro suelo.atahualpa y huascar

La sucesión del trono

El legítimo heredero, designado por Huayna Cápac, era su hijo el príncipe Ninan Kuyuchi, quien murió casi al mismo tiempo que su padre, victima de una extraña peste que asoló la región ecuatoriana (probablemente fue la viruela traída por los españoles y que se propagó desde Panamá). Pero como aún en vida, Huayna Cápac había designado a Huáscar como segundo sucesor al trono imperial, entonces este se ciñó la Mascapaicha que le acreditaba como gobernante del Tahuantinsuyo al que, también, aspiraba su hermano bastardo Atahualpa, que habiendo nacido en el Cusco había asinilido a la nueva nobleza de Quito y que, de esta forma, veía postergadas sus ambiciones.

La guerra

Encolerizado, a su vez, Huáscar porque su hermano no había acompañado los restos de su padre, de Quito al Cusco, y porque tampoco había acudido a rendirle homenaje de sumisión y pleitesía, castigó con la muerte a la embajada que Atahualpa le había enviado para presentarle sus excusas por su inasistencia al Cusco. Pensó, de esta manera, Huáscar, hacer sentír su autoridad. No lo consiguió ya que esta acción del gobernante cusqueño provocó la sublevación de Atahualpa, desencadenandose la guerra civil.

En el curso de los acontecimientos, Huáscar consiguió exitos iniciales. El general Atoc, enviado por él, logró derrotar a la huestes de Atahualpa en la batalla de Tumi-Pampa. Atahualpa fue hecho prisionero pero logró escaparse. Reorganizó su ejercito y cerca al Cusco derrotó al ejercito de Huáscar en la batalla de Quepay-Pampa. El ejercito triunfante de Atahualpa se volcó sobre la ciudad imperial, la que fue saqueada y destruida completamente. Huáscar fue hecho prisionero y obligado a presenciar esta destrucción. Se buscaba no dejar vestigios de lo que había sido la ciudad del Cusco, así como de su arrogante nobleza imperial.

En esta forma se precipitaba la ruina del Tahuantinsuyo. El poderío imperial estaba debilitado. Atahualpa, luego de la victoria de sus generales retornó hacia el norte, deteniéndose en Cajamarca. En estas circunstancias hacian su aparición los españoles en las costas de Tumbes. Más tarde, Atahualpa fue hecho prisionero por los españoles y, desde allí, mandaría matar a su hermano Huáscar que aún se encontraba en prisión. A su vez, él fue ajusticiado el 26 de julio de 1533.

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Francisco Pizarro

Biografía de Diego de Almagro

(Almagro, España, 1475 – Cuzco, actual Perú, 1538) Conquistador español, descubridor de Chile. Los orígenes de Diego

de Almagro son inciertos. Parece que fue hijo ilegítimo de Juan de Montenegro y Elvira Gutiérréz, razón por la que adoptó el nombre de su ciudad natal como apellido.

En 1514 se enroló en la expedición a Panamá de Pedro Arias Dávila. En 1530 aparece asociado a Pizarro, cuando éste se dirigió a Perú y conquistó, de manera sorprendente, el Imperio Inca. Almagro permaneció en Panamá para reclutar hombres y conseguir avituallamiento.

Los éxitos de Pizarro lo movieron a solicitar el permiso real para emprender, por cuenta propia, la conquista de nuevos territorios, lo que le fue denegado; no obstante, cuando llegó a Perú, en 1533, lo hizo con un título de igual importancia que el de Pizarro, lo cual causó fricciones entre ambos. Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia Cuzco y tomaron la ciudad. La intromisión de Pedro de Alvarado se resolvió con el pago de una indemnización a éste y su retirada, con lo que se evitó un conflicto.

Almagro se dedicó a partir de entonces a la exploración de los territorios del sur del Imperio Inca, en el actual Chile, hasta el valle de Aconcagua. En 1535, el emperador Carlos I lo recompensó con la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de adelantado en las tierras más allá del lago Titicaca.

A su regreso a Perú, en 1537, Almagro ocupó la ciudad de Cuzco, por considerar que pertenecía a su gobernación. Este hecho suscitó un sangriento enfrentamiento entre almagristas y pizarristas que concluyó con la victoria de los hermanos Pizarro en la batalla de las Salinas, en abril de 1538. Hecho prisionero, Almagro fue ejecutado el mes de julio de ese mismo año.

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Guerra civil entre los conquistadores del Perú

ANTECEDENTES

Las guerras civiles entre los invasores, estallaron a los pocos años de la caída del tahuantinsuyo. Estas guerras se pueden dividir en dos etapas: la primera, en la cual se enfrentan pizarristas contra almagristas por la disputa del poder y la posesión de las tierras recién invadidas. La segunda etapa está marcada por las rebeliones de los invasores españoles contra los intentos de la corona española por imponer su autoridad en América.
PRIMERA ETAPA
El Rey de España Carlos I estableció las gobernaciones como sistema de gobierno para las colonias, entregándolas a los propios conquistadores, así los principales líderes de la conquista recibieron del Rey: La Gobernación de Nueva Castilla; la cual se ubicó en el Perú y fue concedida a Francisco Pizarro por la Capitulación de Toledo 1529 y La Gobernación de Nueva Toledo; se ubicó en chile y fue concedida a Diego de Almagro por Ordenanza Real 1534, luego que éste reclamó por los escasos beneficios obtenidos en la Capitulación de Toledo. Sin embargo el Rey no había definido a quien correspondería el Cuzco, pues esta ciudad se ubicaba justo en el límite de ambas gobernaciones. Esta fue la causa fundamental de la guerra, cuyo antecedente remoto lo encontramos en el resentimiento de Almagro hacia Pizarro generado después de la inequidad en el reparto de honores y metales que tuvo lugar con la Capitulación de Toledo (1529).
GUERRA DE LAS FRONTERAS (1537-1538):
Almagro luego de haber realizado una expedición hacia su gobernación en 1535 se percató que el territorio era muy escaso en riquezas y que la población indígena, liderada por caciques como Lautaro o Colo Colo, era extremadamente belicosa frente a la presencia de los europeos. Ante una situación adversa, el viejo manchego sintió que nuevamente había sido objeto de un engaño por Pizarro; es así, que tras el fracaso de Chile, Almagro intentó resarcirse capturando el Cuzco. Las fuerzas pizarristas ubicadas en el sur andino, dirigidas por Alonso de Alvarado, intentaron reaccionar a la agresión almagrista, pero terminaron siendo derrotados en la Batalla de Abancay (12 de Julio de 1537) por el almagrista Rodrigo de Ordoñez. Francisco Pizarro que se encontraba en Lima, al enterarse de lo que sucedía en el sur de su gobernación decidió buscar una solución pacífica al conflicto. Así se van a producir las conversaciones de Mala y Lunahuana entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro . Los dos más importantes líderes de la invasión española acordaron designar al abogado Francisco de Bobadilla como árbitro para que decidiera sobre la suerte del Cuzco. El fallo de Bobadilla resultó favorecer a los Pizarro, fue entonces que Francisco, en muestra de buena voluntad, decidió que Almagro mantuviese el Cuzco hasta que el Rey decidiese lo definitivo. Mientras esto sucedía, Hernando Pizarro lograba escapar de su prisión en el Cuzco y agrupó a las fuerzas pizarristas en el sur andino para enfrentarse a las fuerzas de Diego de Almagro. Los pizarristas derrotaron al almagrista Rodrigo de Ordoñez en la Batalla de Huaytará y luego de algunos días nuevamente vencen a las fuerzas almagristas en la Batalla de las Salinas (6 de abril de 1538); luego de la batalla Almagro fue apresado por Hernando Pizarro y llevado al Cuzco en donde fue sometido a juicio sumario y condenado a muerte, sentencia que se cumplió el día 8 de julio de 1538. Luego de la ejecución, el cuerpo de Almagro fue sepultado en la iglesia La Merced del Cuzco.
REBELION DE DIEGO DE ALMAGRO “EL MOZO” (1541-1542)
Al morir Diego de Almagro dejó como único heredero a su hijo mestizo llamado Diego de Almagro, conocido como “el mozo”, a quien los pizarristas no quisieron reconocerle sus derechos de herencia. Ante esto, los almagristas decidieron vengar la muerte de Diego de Almagro “el viejo” y de luchar por los derechos del joven Almagro.
El 26 de junio de 1541 un grupo de almagristas al mando de Juan de Rada ingresaron a Palacio de gobierno y asesinaron a Francisco Pizarro. Una mortal estocada del almagrista Narváez, le atravesó la garganta para luego destrozarle el cráneo con un pesado jarrón. Sus restos fueron recogidos por su fiel criado Juan de Barbarán y enterrados en el huerto de los naranjos, a un costadote la catedral. Luego de la muerte de Francisco Pizarro los almagristas proclamaron a Diego de Almagro “el mozo” como nuevo gobernador de Nueva Castilla.
Un año más tarde llegó al Perú el licenciado Cristóbal Vaca de Castro, enviado por la corona para investigar las causas de la muerte de Diego de Almagro “el Viejo”. Sin embargo, al tomar conocimiento de la muerte de Francisco Pizarro a manos de los alamagristas, terminó por combatir a éstos. Vaca de Castro, apoyado por los pizarristas derrotó a las fuerzas de almagro “el mozo” en la Batalla de Chupas, cerca de Huamanga el 16 de setiembre de 1542. El Joven Almagro terminó siendo apresado y conducido al Cuzco en donde fue sometido a juicio y sentenciado a morir decapitado. Los restos del mestizo fueron sepultados en la Iglesia la Merced junto a los de su padre.

SEGUNDA ETAPA

LA REBELION DE GONZALO PIZARRO (1546-1548)
Se rebeló contra el intento del Virrey Blasco Núñez de Vela por querer aplicar en el Perú la Leyes Nuevas de 1542. El Virrey llegó al Perú en 1544 buscando someter a los encomenderos bajo las leyes del Rey de España, sin embargo la actitud de los encomenderos, dirigidos por Gonzalo Pizarro, fue de total rechazo a Núñez de Vela. Finalmente en 1545, la Audiencia de Lima, ante la presión de los pizarristas, decidió expulsar al Virrey y deportarlo a Panamá para que de ahí regrese a España. Pero ya estando en pleno viaje rumbo a Panamá, Núñez de Vela decidió desembarcar en Guayaquil y desde ahí avanzar hacia Quito, en donde procedió a armar un ejército para regresar al Perú. Al enterarse de las acciones del Virrey, los encomenderos avanzaron hacia el norte a cerrarle el paso, derrotándolo en la Batalla de Iñaquito el 18 de noviembre de 1546; luego del enfrentamiento el Virrey fue capturado y decapitado.
Así, Gonzalo Pizarro fue proclamado gobernador del Perú y se declaró en franca rebeldía contra la corona. Algunos de los más allegados colaboradores de Gonzalo Pizarro, como Francisco de Carvajal, le Propusieron desposarse con una princesa incaica y así proclamarse rey del Perú, de esta manera conseguirá ganarse el apoyo de las élites indígenas y así poder enfrentar la contraofensiva de la Corona Española.
El Príncipe Felipe de España se hizo cargo de la situación en el Perú y decidió enviar al Pacificador Pedro de la Gasca, el cual llegó previamente a Panamá en 1547 con la misión de ofrecer indultos reales y premios para aquellos encomenderos que decidiesen traicionar a Gonzalo Pizarro. El primero en levantarse contra Gonzalo Pizarro fue Diego Centeno, quien cayó derrotado por Francisco de Carbajal en la Batalla de Huarina(1548).
La Gasca, con poderosos refuerzos y muchas deserciones de pizarristas desembarcó en Tumbes, siguió el camino de Jauja y en Jaquijahuana (cerca del Cusco) en 1548, sorprendió a Gonzalo Pîzarro. La acción no fue propiamente una batalla sino un desbande ante el cual Carvajal se puso a cantar “estos mis caballicos maire, uno a uno se los lleva el aire”. Luego Gonzalo Pizarro y Francisco de Carbajal fueron decapitados en el Cusco.
Derrotado Gonzalo Pizarro el pacificador Gonzalo Pizarro procedió a realizar el llamado “reparto de huaynarima”, mediante el cual reparte premios entre todos aquellos que lo habían apoyado a derrotar a los rebeldes pizarristas. Sin embargo, hubo muchos que no llegaron a recibir ninguna recompensa por haber defendido la causa real.