INTRODUCCION
1. Las armas españolas eran superiores a los indígenas. La pólvora, sin embargo, tuvo en la conquista de América un papel muy secundario. Mucho más valiosos fueron los perros y, sobre todo, los caballos.
Los españoles usaban armas tanto defensivas como ofensivas. En las armas ofensivas habían cuatro grupos de armas: Las Armas Blancas (El montante, la espada, el bracamarte, el espadín, el puñal y la daga), las Armas de Cuerda (La ballesta de Cranequín o individual y la Ballesta de Armatoste o de tres servidores), Las Armas de Fuego (El Arcabuz y el Cañón), Las Armas Enastadas (la Lanza, la Pica, la Alabaría y la Partesana).
También usaban armas defensivas: La Armadura (El Morrión, La Vicera, La Barbera, La Hombrera, La Trabilla, El Peto, La Codera, La Panzera, La Manopla, La Escarcela, La Carajera, El Quijote o musiera, La Rodillera, La Greba, El Escarpe, El Respaldar, El Brazal, El Guardaflancos, La Cota) y las Armas de Portar (La Rodela y La Adarga).
CUERPO
2.1. Las Primeras Noticias:
Las primeras noticias sobre la existencia del fabuloso reino del Birú, llegaron a oídos de los españoles asentados en Castilla de Oro desde comienzos del siglo XVI. Las autoridades de dicha gobernación Pedrarias Dávila y Pedro de los Ríos enviaron expediciones de reconocimiento al Pacífico sur a partir de la década de 1520. Entre todas ellas, sobresalieron las que realizó una sociedad compuesta por dos veteranos soldados: Diego de Almagro y Francisco Pizarro.
2.2. Los Socios Y Los Primeros Viajes:
Francisco Pizarro se asoció con Diego de Almagro y con el clérigo Hernando de Luque con la pretensión de llegar a las tierras del Perú. En el primer intento (1524) se tuvieron que volver por falta de medios. También se frustró la segunda expedición; quedó Pizarro, con otros 13 hombres. Cuando volvieron a Panamá con muestras de riqueza, el Gobernador no les prestó mucha atención y Pizarro regresó a España. El 26 de julio de 1529 negoció, en Toledo, con la Corona, el título de Gobernador. Se volvió a embarcar hacia Panamá en 1530, con sus hermanos Hernando, Gonzalo y Juan, y con su tío Francisco Martínez Alcántara. Salió de Panamá a finales del mismo año hacia Perú con 3 navíos, 180 hombres y 37 caballos.
En Tumbes, Pizarro no encontró las facilidades que había tenido Cortés en México; no hubo regalos ni emisarios ni espontáneas muestras de amistad, pero sí halló un camino que conducía hacia la sierra. Entró en la ciudad de Cajamarca el 15 de noviembre de 1532 y, en una breve entrevista con Atahualpa, éste les instó a que le devolvieran las tierras tomadas y aplazaran la entrevista para el día siguiente. Cuando al otro día llego el Inca con su guardia personal y se empezó a impacientar, los españoles cayeron sobre ellos sin previo aviso, matándoles y apresando a Atahualpa. A Atahualpa se le acusó de traición al acuerdo, fue condenado a muerte 23 de julio de 1533, antes de morir Atahualpa se bautizo.
2.4. La Llegada Al Cuzco:
El avance fue rápido y en noviembre de 1533 el ejército español se encontró a las puertas de la capital del Tahuantinsuyo, Cuzco. La derrota y muerte de Atahualpa y el rencor de los cuzqueños hacia el Inca ejecutado permitieron que los españoles ingresaran a la ciudad sin oposición. Incluso, fueron recibidos por Manco II, quien se convirtió en Sapa Inca con el beneplácito de los recién llegados. La débil resistencia al mando del general Quisquis no pudo impedir el ascenso de Manco II ni la consolidación de la presencia española en la región.
2.5. La Rebelión del Inca Túpac Huallpa:
Pronto, Manco Inca II se dio cuenta que sólo era utilizado por los invasores para controlar a la población indígena. Ello, sumado a problemas personales con los hermanos Pizarro quienes en el fondo no respetaban su alta jerarquía, contribuyó a un cambio de actitud. Secretamente Manco inició los preparativos para salir del Cuzco e iniciar un levantamiento contra los españoles. A comienzos de 1536 estalló el alzamiento, aprovechando la partida de una expedición encabezada por Almagro hacia Chile.
2.6. La Guerra Civil entre Almagro y Pizarro:
La Gobernación de Nueva Castilla comenzaba en el norte en el pueblo de Teninpulla o Santiago y, por el sur, terminaba a las 270 leguas. De ahí hacia el sur, empezaba la Gobernación de Nueva Toledo y se extendía por 200 leguas. Diego de Almagro, gobernador de Nueva Toledo, realizó un viaje por el sur hacia Chile que duró alrededor de dos años, que comenzó el 3 de julio de 1535 y terminó en Arequipa en 1537. El viaje por Chile fue duro y penoso y, lo que puede haber sido peor, no encontró nada de valor que satisficiera sus intereses, a pesar de haber llegado hasta la altura del actual Valparaíso. A su vuelta, se entera del levantamiento de Manco Inca Yupanqui. Por un lado desalentado por los resultados de su viaje a Chile, y por otro, en la creencia que él estaba dentro de su gobernación, decide tomarlo. Y lo hace en los precisos momentos en que los españoles de esa ciudad peleaban contra las tropas de Manco Inca Yupanqui. Después del triunfo sobre los incas, toma presos a Gonzalo y a Hernando Pizarro y se proclama gobernador.
Con Hernando Pizarro se dirige a la costa hacia Lima. En su trayecto hacia allí, funda la ciudad de Chincha, con la intención de convertirla en la capital de la Gobernación de Nueva Toledo, con el nombre de Villa de Almagro. Después, esta capital sería trasladada a Sangallán.
Almagro avanzó sobre Lima por la costa y Francisco Pizarro lo alcanzo en Mala, en donde ambos conquistadores acuerdan una tregua hasta la llegada de un emisario del rey Carlos I. Otro de los acuerdos es que, mientras se resuelva el desacuerdo, Diego de Almagro seguiría siendo Gobernador del Cusco y dejaría en libertad a Gonzalo y Hernando Pizarro. En Mala, deja libre a Hernando Pizarro. Luego de los acuerdos, Diego de Almagro toma el camino del Cusco. Francisco Pizarro, antes de su retorno a Lima, ordena a Hernando Pizarro que retorne al Cusco a marchas forzadas por el camino de Huaytará, llevando tropas leales a él. Llegando al Cusco, se entera del escape de Gonzalo Pizarro, por lo que Francisco Pizarro, en este caso, había ordenado que se substituya sin dudas a Diego de Almagro. Ambos ejércitos españoles se enfrentan cerca del Cusco, el 6 de abril de 1538, en la Batalla de las Salinas. Las tropas de Almagro son derrotadas y él tomado prisionero y llevado al Cusco. Luego es juzgado y condenado a muerte por estrangulamiento. Diego de Almagro es ejecutado el 8 de julio de 1538.
Diego de Almagro tuvo un hijo del mismo nombre, con una india panameña, al que se conocía como “El Mozo”. Al enterarse de la muerte de su padre, jura venganza. Doce almagristas encabezados por Juan de Rada desarrollan una emboscada a Francisco Pizarro en Lima y lo matan el 26 de junio de 1541.