¿No se han preguntado por qué no existieron grandes genéticos, e incluso grandes biólogos, en la Unión Soviética? Los comunistas propusieron un gran avance en el desarrollo científico, su programa aeroespacial estuvo durante un tiempo por delante del americano, y sus investigaciones en diversos campos de la química y la física fueron muy destacadas, recibiendo varios premios Nobel en aquellos años. Sin embargo, la historia de la Genética, en los años dorados de la primera mitad del siglo XX, carece de científicos de prestigio de origen soviético. ¿A qué fue debido?
Ciertas ramas de la ciencia fueron declaradas “pseudociencia burguesa” en el régimen soviético, por atentar contra los principios del comunismo. La Genética fue considerada inaceptable desde el punto de vista ideológico, siendo declarada antirrevolucionaria en 1948, bajo el gobierno de Yósif Stalin. “La prostituta del capitalismo” y “ciencia fascista”, la Genética fue igualada a la consideración que merece la eugenesia, muy favorecida en la Alemania nazi.
Los primeros afectados por estas decisiones fueron los estudios agronómicos sobre plantas cultivadas que estaba realizando Nikolai Vavilov. El instituto que él dirigía se convirtió en el último bastión de la Genética contra el supuesto agrónomo Trofim Lysenko, que rechazaba las leyes de Mendel y que defendía la herencia de los caracteres adquiridos. Lysenko fue escalando en el organigrama político soviético y adquiriendo poder en las decisiones sobre la organización agrícola de las granjas colectivizadas de la Unión Soviética. Estableció programas agronómicos sin ninguna base científica basados en las ideas predarwinianas de Michurin, pero favorecidos por su adecuación a la ideología comunista, enfrentada con la Genética. Bajo la presión de Lysenko, y con la venia del aparato del Partido Comunista, el Instituto de Genética de Vavilov fue desmantelado en 1940, y él y sus colaboradores fueron llevados a prisión. Vavilov murió en 1943 en la cárcel de Saratov, debido a las terribles condiciones de vida de los reclusos.
Lysenko nunca llegó a demostrar la efectividad de sus programas, e incluso llegó a ser ridiculizado por otros científicos cuyos resultados sí fueron patentes, como los físicos, que llegaron a denunciar su represión contra Vavilov y denostar sus absurdas teorías sin fundamento. En 1964, la Academia de Ciencias de la Unión Soviética declaró el fin de la inmunidad a la crítica de Lysenko, quedando finalmente al descubierto toda su impostura. El régimen comunista de la China de Mao todavía mantuvo sus ideas unos años más. Lysenko murió en 1974.
La memoria de Vavilov se ha recuperado en Rusia, y llevan su nombre la Sociedad de Genéticos y Criadores de Rusia, el Instituto de Genética General de la Academia de Ciencias, el Instituto de Industria Vegetal y el Instituto de Agricultura de Saratov.
Muy Sr. mío:
En relación con el artículo sobre Vavilov publicado en su blog y en el que Vd. menciona a Lysenko de forma errónea, me permito recomendarle la lectura de un interesante artículo sobre la ciencia en la época de la Unión Soviética titulado “El linchamiento de Lysenko” en el siguiente enlace de la Universidad Complutense de Madrid:
http://www.ucm.es/info/nomadas/20/lysenko.html
Creo que es de gran interés para todas las personas interesadas por la historia de la biología.
Le saluda atte.: