Me acabo de enterar: las obras de arte tienen ADN. No las que están construidas con materiales biológicos, ni siquiera con partes del artista. Parece ser que el ADN es el “origen y el proceso creativo de una obra”. Este vocablo está tan de moda que entra en cualquier artículo, como sinónimo de esencia, origen e incluso característica importante. No tardaremos en verlo en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Al tiempo.
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