Fruto de la guerra entre España y la Francia de Luis XIV en el marco de la guerra internacional librada entre Francia y la Liga de Augsburgo (España, Inglaterra, Austria, Holanda, Baviera, Brandemburgo, Saboya) por el control continental de Europa y la hegemonía militar.
Entre los días 22 y 24 del mes de julio Alicante sufriría un gran bombardeo por parte de la armada francesa, destruyendo gran parte de la ciudad con cuantiosos daños materiales y de vidas humanas. Tras estos bombardeos el ejército francés trató incluso de invadir la ciudad a pie, pero el ejército apostado frente a la costa los repelió y posteriormente con la llegada de una flota española allende Alicante se consiguió hacer huir a los galos entre devastación y sangre.
El problema principal del ataque fue la indefensión táctica y militar de la costa alicantina, aderezado con el débil avance técnico de buques y armamento que poseía España. Además la armada francesa presentaba un alto nivel técnico con buques de última generación y armas de novedosísima creación. Después de esto el sentimiento antifrancés se acrecentó causando revueltas y linchamientos hacia los comerciales franceses que habitaban la ciudad.
Se tiraron sobre Alicante cerca de 4000 bombas, según estimaciones de algunos historiadores, junto contra otras 600 incendiarias y la colocación de minas por todo el territorio. La ciudad por tanto quedó destruida por completo, uniéndose a esto un gran temor entre sus ciudadanos por un posible segundo bombardeo que repercutió en el abandono casi total de sus 6400 habitantes. No comenzaría a recuperarse esta hasta 1700, pero como ya sabemos al poco tiempo estallaría la Guerra de Sucesión afectando también a la noble Alicante.