Alacant fue conquistada por la fuerza de las armas por los castellanos en 1246-1247. En nuestro caso a diferencia de Elx o de Murcia, donde fueron expulsados de las villas y confinados en arrabales propios y amurallados, la población indígena debió sufrir una merma considerable, ya que la mezquita mayor fue muy pronto dedicada a Santa Maria, en 1248, según Bendicho, y hay cartas testamentarias del 1251, que ya se refieren al cementerio de esta iglesia. También que tras el alzamiento en Murcia, Jaime I use Alicante como cabeza de puente para sofocar la revuelta nos hace pensar en la poca población musulmana que habitaba nuestra ciudad.
Los nuevos pobladores, al mismo tiempo que ocupaban la villa de los musulmanes. Se centraron en ocupar el Raval que se cristianizo rápidamente. La planimetría de este nuevo barrio era rectilínea, en torno a la calle mayor y a la calle Labradores. A pesar de que no tenemos referencia clara de la construcción del nuevo conjunto urbano, si que encontramos a lo largo del siglo XIII y primera mitad del XIV, diversas referencias escritas en trabajos parciales de urbanización. Alfonso X, en algunas de las cartas pueblas dirigidas a Alicante, nos suministra alguna de estas referencias. Así, en 1252 otorga “que los muros et los adarves de la villa de las rentas del rey se faga e adoven”, en 1271 ortorga “que aduxieren vianda a Alicant et madera pora sus labores et pora sus casas que sean francos…”. Todas constituyen referencias claras, sobre la construcción de una población de nueva planta.
Tiene el mismo sentido el adjetivo de “no-vella” que Jaume I aplica a la inglesa de San Nicolas en 1265, dando la idea de un edificio de obra nueva. Bendicho nos habla de algunos restos de la muralla de la Vila Nova que todavía se conservaban en sus días: “Ya estaba poblada hasta la puerta de Elche a donde el rey don Alfonso mandó hacer el muro fuerte y bien torreado al uso antiguo del tiempo que no habían armas de fuego cuyos vestigios se ven en la calle que decimos Entre Muro y Muro donde se ven las puertas de las torres que en él habían, y fuera del portal quedan los fundamentos de dos torres que le guardaban el portal, que todas fueron derribadas en el año 1535 cuando se reforzó aquel lienzo de muro y se fabricaron los baluartes por orden del Señor Duque de Calabria, entonces virrey de Valencia…”.
Por el Libro de Beneficios de Santa Maria podemos saber algo más de la situación urbana de la villa por aquellos años. Una carta datada en 1331 nos habla de la existencia de la calle Mayor, ya que nos muestra las obligaciones de un vecino que vive en la calle Mayor. Otra carta, de antes de 1336, incluida en el testamento de Berenguer Emengol, nos dice “de aquella casa que yo tinch en Lalfondech d´Alacant segons que afronta de una part ab cases de Barnat Sabater et ab la mar carrera en mig e hablo atricach del alfondech..”, lo que concuerda con la actividad comercial y marinera que caracteriza nuestra ciudad.