El ultimo soberano del Reino musulmán de Valencia, Zayyan, que capitulara el 2 de septiembre ante Jaime I, entregándole las llaves y gobierno de la ciudad. Tras gobernar en Murcia fue mandado por Muhammad Ibn Hud a Alicante, donde desempeñaría el cargo de arráez o gobernador de la plaza por espacio de varios años.
Siendo monarca de Murcia propuso cambiar Alicante por la isla de Menorca a Jaime I quien rechazo. Algunos años después en la primavera del 1243, colocaba el nuevo rey de Murcia por la corona de Castilla, mediante la firma del pacto de Alcaraz con el infante castellano don Alfonso, el futuro Alfonso X el sabio. En este tratado se tomó vasallaje a Murcia, a cambio de la mitad de sus rentas.
Tal pacto fue rechazado por casi todas las ciudades murcianas. En la capital se abrieron las puertas para el infante castellano, en cambio, en el resto se decidió cerrarlas y empuñar antes las armas que pagar el vasallaje. Alicante fue una de las ciudades mas rebeldes al citado pacto, al lado de Cartagena, Mula, Lorca, Orihuela, Elche, Ricote, Aledo, Cieza y muchas otras, resueltas a no acatar en modo alguno la soberanía castellana sobre el reino de Murcia.
Y tan decidía oposición se hallaba encabezada notoriamente por el gobernador de la plaza alicantina, Zayyan b. Mardanis, quien se había negado a aceptar las estipulaciones del aludido Pacto de Alcaraz, rechazado en consecuencia rechazando al infante castellano y la soberanía pactada.
La defensa armada de la ciudad de Alicante fue su respuesta final, dispuesto a rechazar por todos los medios a su alcance la ocupación de aquella plaza por el infante don Alfonso, que no pudo someterla sino después de varios años y tras largos hechos de armas.