Petrer contaba con la existencia de yacimientos de arcilla, agua en abundancia y zonas boscosas que posibilitó el desarrollo de un trabajo basado en la producción de objetos de barro. Se trata de una producción artesanal y no industrial, ya que en época moderna no se utilizan máquinas como el torno eléctrico, la máquina para pintar al duco o la pastadora del barro que aparecerán entre 1920-1950 en la transición hacia una industria mecanizada.
Por otra parte, habría que diferenciar entre la producción alfarera y cerámica. La palabra alfarería proviene del término árabe alfar que significa arcilla, y con ella se denomina a la producción de cerámica hecha a mano. Por su parte, la palabra cerámica proviene del griego keramos que significa arcilla, vasija de tierra o tierra quemada, y se utiliza para referirse a la ladrillería, loza común, loza blanca, gres, porcelanas y todas aquellas pastas especializadas refractarias y aislantes. Así pues, cuando se cita la palabra alfarería en los documentos de la villa de Petrer ésta hace referencia a la obra fabricada en los alfares, y cuando se habla de cerámica se trata de material de construcción, principalmente tejas y ladrillos.
La primera referencia documental que tenemos sobre la actividad alfarera de Petrer está en el Libro de giradora de 1655. Este documento fue elaborado en la administración señorial para conocer las tierras, casas y aguas usadas productivamente dentro de los límites del señorío. Más tarde, el 11 de julio de 1667 tenemos otro documento por el cual el conde de Elda otorga una licencia para la apertura de una alfarería. Aparte de estos dos documentos encontramos muchos otros que hacen referencia a la artesanía alfarera de Petrer y, entre ellos, cabe destacar el Libro de hacienda de la Villa y término de Petrel del año 1726, donde constan las viviendas y tierras con su valor catastral para el pago equivalente. Por ejemplo, aquí aparece Juan Andreu, propietario de una casa, con una era de moler tierra y un horno de cantarería (cerámica).
Posteriormente, en el año 1726, encontramos la primera referencia documental de la calle que sube a les cantarerías que, junto con otras noticias, nos permite saber que desde principios del siglo XVIII existe un destacado núcleo de alfares, pues la alfarerías estaban todas en la misma zona establecidas muy próximas entre sí. El lugar donde se ubican es una zona al sureste de la población, a extramuros de la villa, ocupando una pequeña loma bien ventilada, con recursos hídricos, afloramientos de arcilla y zonas boscosas, y cerca del camino de Agost.
A mediados del siglo XVIII se produjo un incremento de la producción de objetos de barro pues los alfareros solicitan aumentar la superficie de que disponían para moler y cribar la arcilla, tareas para las que era necesario un espacio amplio de trabajo. Además, también se presentaron instancias al Ayuntamiento solicitando la autorización para cortar leña, por lo que se deduce que el aprovechamiento no agrícola de las zonas montañosas se realizaba de forma comunal. Así pues, la cobertura vegetal de las montañas era un complemento económico básico para muchos jornaleros pobres que vendían leña y carbón a la Villa y otras ciudades.
En cuanto al tipo de teja que se elaboraba en estos momentos en Petrer lo común era la denominada teja árabe o curva. Por su parte, el elemento de fabricación principal de la alfarería era el cántaro, destinado al uso cotidiano como contenedor de líquidos. Un elemento esencial en la elaboración de las piezas de barro era la sal, que les daba un tono blanco brillante y hacía que fueran más porosas y mantuvieran más fresco el contenido.
En último lugar, cabe mencionar que la alfarería constituía un tipo de economía familiar, es decir, eran individuos de la misma familia los que se dedicaban a este oficio generación tras generación, lo que se deduce a través del estudio de los apellidos que aparecen en los registros del ayuntamiento.
La información de esta entrada ha sido extraída del siguiente libro:
RICO NAVARRO, Mª Carmen. La artesanía del barro durante le época moderna. En: Del barro al cacharro: la artesanía alfarera de Petrer. Petrer: Ajuntament de Petrer, Caixa de Crèdit de Petrer y Universitat d’Alacant. 1996, pp. 15-24. ISBN: 84-921556-1-2.