A través de este documento vamos a presentar la actividad de la lactancia asalariada en la ciudad de Valencia durante el siglo XVIII. Esta se trata de una actividad muy extendida en la ciudad, sobre todo en el ámbito rural, aunque muy desconocida. Esto es así puesto que la única información con la que se cuenta tiene que ver con los anuncios reflejados en los diarios. Concretamente, y en este caso, nos centramos en los datos aportados por el Diario de Valencia entre los años 1790 y 1800. Las discrepancias que había acerca de las nodrizas y de su publicidad en los diarios informativos eran muy diversas, aunque en el caso del diario ya mencionado, consideraba esta actividad como un elemento positivo para la sociedad. Así presentamos una tabla en donde se muestran los anuncios anuales realizados por las nodrizas que ofertaban sus servicios de lactancia.
AÑO ANUNCIOS
1790 179
1791 374
1792 306
1793 410
1794 415
1795 350
1796 410
1797 342
1798 243
1799 259
1800 180
Tras observar esta tabla, podemos corroborar que el número de ofertas es muy superior a la demanda de estos servicios, aunque a pesar de esto, los datos nos demuestran que la actividad de la lactancia asalariada desarrollaba un papel fundamental en las familias de la sociedad valenciana del siglo XVIII. Una vez conocidos estos datos, debemos conocer que características solían demandarse por parte de la clientela en el momento de contratar los servicios de una nodriza. En algunos casos se solía pedir que ésta resida en la ciudad de Valencia, para así poder tener una mayor cercanía de su hijo amantado, en el caso de que la nodriza no ejerciese esta actividad en la casa donde era solicitado su servicio. En otros casos, la demanda estaba centrada en los conocimientos u otros oficios que pudiese desempeñar la nodriza, así como el tiempo que tenía la leche o la edad de la nodriza. 
Las nodrizas solían residir en pueblos cercanos a la ciudad de Valencia, concretamente en las inmediaciones rurales próximas a la ciudad. En su gran mayoría eran labradoras, siendo esto algo positivo para su trabajo, puesto que la concepción de la sociedad de la época demandaba nodrizas de ámbitos rurales por ser consideradas más sanas. En muchos casos en el momento de desarrollar su servicio como nodriza, también solían ejercer su oficio durante el proceso de lactancia. Con respecto a la edad media de las nodrizas solía encontrarse entre los 20 y 30 años aproximadamente. El salario de las nodrizas hasta 1796 rondaba los 20 reales de vellón, siendo elevado a los 30 reales en algunos casos, dependiendo del lugar en el que desempeñe la actividad y para quien la desarrolle. En este caso, debemos mencionar que en alguna ocasión podría darse que la nodriza ofrecería la lactancia de forma gratuita a aquellos padres que no contaban con recursos para poder financiar tales servicios.
En definitiva, a través de este periódico se ha podido dar a conocer la desconocida actividad de las nodrizas, que tan importante fue para el desarrollo social de muchas familias valencianas. Del mismo modo, hemos visto reflejada la concienciación que existía en el siglo XVIII sobre lo necesaria e imprescindible que era la alimentación con leche materna en la alimentación primeriza en la infancia.
Almudena Martínez