La crisis que vivió la ciudad de Valencia fue fundamentalmente de carácter estructural, a causa del frágil sistema hacendístico e impositivo del que estaba dotada. No poder atender a sus gastos con sus propios recursos, la hipotecaba y la hacía vulnerable. La solución a la que se acudió fue la de recurrir a la deuda pública, es decir, a los censales. Esto consiguió encerrarla en un círculo vicioso. Pagar las pensiones y mantener a la Ciudad abastecida eran los principales problemas de la oligarquía urbana que la gobernaba.
Otro factor que incidió muy negativamente fue la caótica administración hacendística. Todos los fondos estaban en la llamada Taula de Canvis y de ellos disponía el Consell para ir atendiendo a las principales necesidades a medida que se iban presentando (principalmente el abastecimiento de la ciudad, el pago de las pensiones y la devolución del capital entregado al censo por los ciudadanos). Siendo así la situación, lo cierto es que no estaba preparada para resistir una acumulación de coyunturas negativas, enmarcadas en este caso en una crisis generalizada más amplia como la del siglo XVII.
La tónica mediterránea de la crisis del siglo XVII, unida a una serie de circunstancias políticas y económicas produjeron (especialmente en los años centrales del siglo) la crisis valenciana que, por otro lado no fue tan profunda como para no permitir que la ciudad se ajustara a la recuperación generalizada de tipo europeo, que hacia el 1680 afectó, a la periferia de la península.
Sin embargo hay que destacar que la crisis de la Ciudad de Valencia tenía su propia dinámica interna: una mala gestión administrativa, corrupción, mentalidad rentista, carácter oligárquico y endogámico de sus gobernantes, una cierta traición de la burguesía; todo ello unido a una serie de factores externos que agravaron las circunstancias.
Además se dieron entre 1605 y 1625 una serie de factores determinantes que precipitaron su propia crisis: expulsión de los moriscos en 1609, una gravísima crisis triguera en 1611-12, la bancarrota de la Taula en 1614 (la 1º del siglo), el desesperado recurso al censal que endeudó a la Ciudad más todavía, evidentes malversaciones de fondo, el precario momento por el que pasa el difícil entendimiento entre oligarquía urbana y monarquía por el control económico y político de la Ciudad…