Tierra y libertad, de Ken Loach (I)

La película es totalmente parcial hacia la causa trotskista y anarquista. Los sucesos de Barcelona de mayo del 1937 se produjeron por una serie de diferencias que dividía a anarquistas y a trostkistas por un lado y a la Generalitat de Catalunya, a la legalidad Republicana y a los comunistas estalinistas del PCE y del PSUC por otro. En la película no se presenta el origen de ese enfrentamiento, reduciéndolo a la represión que sufrió el bando protagonista en la película. No conociendo el tema con profundidad, no vamos a emitir una sentencia firme respecto al enfrentamiento y a las represalias. Las causas de la división si las comentaremos por encima, los protagonistas de la película apostaban por llevar a cabo al mismo tiempo tanto la revolución como la guerra, mientras el resto pretendía dejar aparcada la revolución hasta que no consiguieran derrotar al fascismo.

El bando rojo es reducido en la película a la parte protagonista, presentando a otras partes del bando como represores de los primeros. Sin embargo, los valores o virtudes que presenta del bando rojo pueden ser generalizados en todo el bando. Estas virtudes serían la camaradería, la unión, el carácter abierto y asambleario en la toma de decisiones, su espíritu de lucha contra el fascismo y a favor de la legalidad Republicana y las libertades individuales o colectivas.

Los defectos ya se han dejado entrever. A mi juicio, la división fratricida en el interior del bando rojo es contraproducente a la hora de hacer frente al fascismo. Aunque valoramos positivamente el carácter asambleario, si se le da una importancia desmesurada en determinado momento puede llevar a un programa indefinido  e incapaz de hacer frente por la causa común y general en un momento de vital importancia, como era una guerra abierta contra el fascismo, produciendo eso además diferencias con otros grupos y con las autoridades republicanas o catalanas.

Pese a mostrar esa lucha interna, Loach trata de conmover al espectador con símbolos marxistas e imágenes reales del bando rojo. Muestra como la sociedad barcelonesa salió a las calles para despedir a los milicianos. Éstos salen montados en camiones, sonrientes y envalentonados, portando cada grupo la bandera de su partido o sindicato. A lo largo de la película, los principales símbolos que muestra son las banderas del POUM (los trotskistas). También el símbolo de la Anarquía al comienzo de la película, ya en la actualidad, cuando la nieta sube por las escaleras del edificio de la casa del abuelo.

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