Clásicos de la historiografía de la conquista del Perú (IV)

Pedro Cieza de León: La Tercera Parte de la Crónica del Perú (II)

Espacios y costumbres de los Incas y relación con los indígenas:

Pese a no ser testigo, contó con las impresiones de testigos directos y fue un buen cronista. Cieza de León recoge también la descripción de las armas y formación de los incas. Sin embargo, la recopilación de testimonios directos o la consulta de documentación le condujeron a datos que Xerez pasa por alto en su crónica, como la descripción de la fauna y flora de la isla de Gorgona[1]. De hecho Xerez no hace referencias a la fauna en su crónica. Algunos aspectos de la cultura inca que Cieza de León valora positivamente en su obra son las preciadas ropas, riquezas y ganados.

Sobre la relación de los españoles con los nativos, Cieza de León critica los robos, matanzas y el desperdicio de las subsistencias que los españoles realizaron y los trabajos forzados que obligaron a hacer a los nativos. Y es que Cieza de León contó informadores nativos, por lo que imprimen cierto pensamiento indigenista a la obra.

Camélidos americanos, primera imagen publicada en Europa hacia 1553

Mentalidad y mensaje de la obra: la figura de Pizarro y la conquista

Cieza de León transmite en su obra una serie de reflexiones moralizantes. Los incas no mantuvieron una moral recta y fueron castigados por Dios con derrotas ante los cristianos. Los cristianos igualmente serían derrotados y castigados, puesto que no fueron justos, como ya hemos comentado. A Cieza le perturba que los héroes de su crónica, que debían haber sido perfectos caballeros, cometieran excesos. Las fuerzas del mal asoman en una conquista que tendría que haber sido pacífica y evangélica.

Francisco Pizarro, héroe de la crónica, es caracterizado como determinante, audaz, paciente y constante. Así lo refleja cuando surgen dudas entre la expedición de Pizarro y éste les anima apelando a la constancia, puesto que los beneficios serían altos. Pizarro contará con el afecto de Cieza de León.

En cuanto al resto de la expedición, Cieza de León admira el esfuerzo de los conquistadores y su heroicidad. La visión que da del conflicto entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, es que mientras que estuvo Pizarro sólo con sus hombres reinó el amor, y que cuando llegó Almagro se desataron las envidias y los roces. La desconfianza y la ambición serían los causantes de los problemas entre ambos.


[1] SAENZ DE SANTAMARÍA, Carmelo (Ed.) Descubrimiento y conquista del Perú, Historia 16, Madrid, 1986, p. 80

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